Fiscal Barreto dixit: “el juez no lee”
Esta casa periodística marca la diferencia frente a un sector de la prensa que se ha convertido en la waripolera de la dupla Palacio de Gobierno – Fiscalía. Lamentablemente hay autoridades que creen estar por encima de la ley y eso los lleva a cometer descaradas ilegalidades como la orden de allanamiento y descerraje a la casa de la colega María Teresa García. Pero esa clase de atentados a la libertad de prensa lo advertí el 1 de diciembre de 2019 en esta columna (https://www.expreso.com.pe/opinion/rafael-romero/cerco-y-represalia-contra-expreso/).
Las autoridades del Ejecutivo o la Fiscalía, como todo funcionario público, tienen que ser permeables a la crítica porque estas se formulan para que sean mejores funcionarios públicos y más eficientes. Por eso es cuestionable cuando Pablo Sánchez se enoja porque se le dice sus verdades; cuando Rafael Vela torea las entrevistas y “never” con la presentación de resultados concretos frente a los “codinomes” de Odebrecht; cuando Domingo Pérez solo acostumbra victimizarse; o cuando César Delgado Castro envía un oficio amenazador a EXPRESO, en fin.
Sin embargo, cómo pueden sentirse los fiscales que no son mediáticos y que sí hacen la tarea con escrúpulo y dedicación frente a magistradas como la doctora Marita Barreto que dice sacar plata de su bolsillo para las diligencias con sus colaboradores eficaces, declaración insólita de una fiscal tal como lo ha demostrado el periodista José Briceño. Por eso más que ellos se muestren proclives a la venganza, antes deberían entender que la prensa está para preguntar, cuestionar y fiscalizar.
Pero esas alegres declaraciones no quedan ahí, pues la mencionada fiscal también dijo otras frases de antología en una entrevista para “Ideeleradio” (https://ideeleradio.pe/lo-ultimo/fiscal-marita-barreto-sobre-caso-orellana-habia-una-caja-que-centralizaba-ganancias-ilicitas/), al sostener que envía cinco mil folios y los jueces no los leen. Es decir, asegura Barreto que “con toneladas de documentos, quién los va a leer. El juez no tiene tiempo de leer (…)”. Entonces, nos preguntamos: ¿un fiscal le puede enviar cualquier cosa al juez y este lo acepta sin más porque no lee? ¿Con esa clase de expresiones no se está maltratando al Poder Judicial?
Reitero, el tema es peor cuando alguien dice que envía miles de fojas a un juez que, finalmente, no las va a leer; y encima dice sacar dinero del bolsillo para sus colaboradores eficaces. En consecuencia, ante esa triste realidad, ¿qué le puede pasar a un ciudadano o ciudadana que cae en una vorágine de acusaciones formuladas por autoridades suspicaces o arbitrarias, por ejemplo de fiscales como los del allanamiento a la casa de María Teresa? Pues sencillamente a ese ciudadano se le arruinó la vida. Empero los gremios nacionales e internacionales que defienden la libertad de prensa, ya están avisados.
@RafaelRomeroVas