Fiscal de la Nación en la mira

La llegada del expresidente Alejandro Toledo extraditado de EE. UU. acapara todos los titulares y, sin duda, su pronto enjuiciamiento y las consecuencias del mismo serán motivo de varios renglones en adelante. Sin embargo, en este momento, la campaña sostenida desde hace meses en contra de la máxima titular del Ministerio Público (MP) obliga a regresar sobre el tema.

Lo más fácil sería señalar que todo ello responde a una movilización antidemocrática debido a su más que destacado rol investigador de las tropelías perpetradas por Pedro Castillo y adláteres durante su nefasto desgobierno y que contribuyó a la vacancia, procesamiento y prisión del incapaz y corrupto que fungió de primer mandatario de la República. Esta acción a la que ningún fiscal de la Nación anterior se atrevió bastaría para poder explicar el turbio cargamontón que sufre impulsado por sectores adictos o afines al defenestrado y su infame régimen.

Empero, cuando un órgano constitucionalmente autónomo como la Junta Nacional de Justicia (JNJ), competente para sancionar a jueces y fiscales, se suma a esta obscura maniobra de desprestigio el asunto exige mayores explicaciones. La JNJ -que se sepa- tiene abierta en su contra dos procedimientos disciplinarios, uno por las directivas funcionales que dictó en el conocido proceso 'Cuellos Blancos del Puerto' y que, de paso, presuntamente habría beneficiado a su hermana, y el otro por las dudas sembradas alrededor de la existencia de su tesis de doctorado exigida para el nombramiento de Fiscal Suprema.

Sobre lo primero y, en particular en cuanto a la hermana que es jueza superior, creemos que es más el ruido con fines subalternos que las nueces y, todo ello, lamentablemente provocado por el error de la fiscal al no transparentar y publicitar oportuna y debidamente estas medidas, máxime si involucran a pariente tan cercana. En cuanto a la trajinada tesis de grado en la que se pasan la pelota dos universidades y aún todos continuamos en babia, la cosa ya resulta surrealista y por el bien de la cabeza del MP ella debería acreditar la legitimidad de su tesis cuanto antes.

La fiscal de la Nación se ha ganado una justa fama institucional y ante la opinión pública democrática, más aún en la crítica coyuntura política y social que padece el país. Confiamos que ésta no quedará mellada o algo peor por los sospechosos cuestionamientos de marras. ¡AMÉN!

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