Fiscalía en debate

Desde esta columna, venimos insistiendo en que el Perú no puede seguir enardeciendo el malestar ciudadano a través de un Ministerio Público corroído por intereses foráneos; representados, en este caso, por Gustavo Gorriti. Su ONG IDL está vinculada —o lo estuvo— a su par Open Society, cuyo dueño —George Soros— es un titiritero profesional en las naciones en desarrollo. Dos ejes del terror en la vida del peruano son la inseguridad ciudadana y la falta de justicia para las víctimas. Existen demasiados fiscales que liberan a ranqueados criminales —capturados con esfuerzo por la Policía— contraviniendo el rol del Ministerio Público. El Fiscal de la Nación debe corregir —drásticamente— la inconducta de aquellos fiscales que incumplen o malinterpretan la ley a su manera. Por cierto, varios exfiscales de la Nación continúan sometidos al mandato de la comunidad caviar; no al propósito de la ley. Sucede desde que se reinstauró la democracia en el país, vía el régimen provisional presidido por Valentín Paniagua, seguido de Toledo, Humala, Kuczynski, Vizcarra, Sagasti, Castillo y Boluarte. Secuela del sometimiento de la Fiscalía a la mafia caviar es, por ejemplo, el fracaso judicial en torno al affaire Lava Jato, incluido un “pacto secreto” suscrito por los fiscales Vela y Pérez con Odebrecht, constituido en paradigma de la podredumbre que ahora corroe a este organismo fundado por un notable como Gonzalo Ortiz de Zevallos.
Faltarían páginas para registrar las trapacerías de la Fiscalía. Una reciente corresponde al incidente entre el Fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena, y el ministro del Interior, Juan José Santibáñez, sobre la liberación de un delincuente capturado por la Policía, autor del secuestro de un empresario. Ocurre que un fiscal ordenó liberarlo inmediatamente, respaldado por el Ministerio Público. El ministro del Interior criticó a la Fiscalía por el hecho. ¡Sospechosamente, días después, el ministro fue víctima de una imputación fiscal por abuso de autoridad!
Según el Fiscal de la Nación, se actuó correctamente en el caso del empresario secuestrado en Lima Norte. Para el ministro Juan José Santibáñez no fue así. “Es falsa la afirmación que hace el Fiscal de la Nación sobre la ´correcta´ intervención de su sector en la liberación del empresario”, indicó en diálogo con EXPRESO. “Mi crítica a la Fiscalía no viene de ahora, sino de hace meses”. Este drama de las liberaciones —dispuestas por la Fiscalía tras el esfuerzo policial por capturar a los criminales— atenta contra la tranquilidad de Juan Pueblo. Pero el Fiscal Villena cree lo contrario. Saque usted su conclusión, amable lector.
Hay otros ejemplos del infame comportamiento del Ministerio Público. Los explica la parlamentaria Patricia Chirinos: “¿Qué lógica tiene que la Fiscalía abra investigación cuando insultaron a Gustavo Gorriti, pero no cuando un sujeto me lanzó un vaso de vidrio?”, cuestiona razonablemente esta congresista; y sigue: “Usted fue agredido físicamente”, refiriéndose al Fiscal de la Nación. “Los videos eran claros, pero no hicieron nada. ¿Por qué este desbalance?”, inquiere Chirinos.
Mientras la Fiscalía permanezca en manos de la camorra caviar, el pueblo seguirá atormentado por la delincuencia.

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