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Fiscalía: la cuestión del poder

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Fecha Publicación: 25/07/2020 - 21:40
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Perverso, desproporcionado, demencial y contrario a derecho es el pedido de un fiscal provincial del caso Lava Jato para suspender las actividades del partido político Fuerza Popular. Todos debemos respetar la ley en la lucha contra la criminalidad pero ese cumplimiento de las normas sustantivas y procesales del derecho penal tiene que darse en situaciones y contextos claros, sin mácula alguna contra la garantía de legalidad.

El pedido de ese fiscal se da en medio de la lucha ideológica que se vive en el mundo por el control de las instituciones estratégicas de los Estados y en trance del juego de poder político del actual gobierno del Ing. Vizcarra, que es continuación del sesgo caviar de PPK, con la pretensión subalterna de someter para sus designios a otra institución fundamental como es el Congreso de la República.

El tema tiene varios años y durante la gestión de Pablo Sánchez como fiscal de la Nación se estableció la alianza con el poder caviar, representado en Perú principalmente por tres ONG financiadas por George Soros. Es más, para evitar las acusaciones constitucionales contra PPK, su ministro Basombrío y el propio Pablo Sánchez, se renovó ese pacto infame con las ONG que han terminado por tomar el control del Ministerio Público.

Así la Fiscalía perdió independencia y es fiel cumplidora de la agenda globalista en nuestro país. Hasta del extranjero ven claro el tema, como cuando el periodista español Román Cendoya alertó que IDL-Reporteros es la avanzada de Soros en Perú. Así, mientras un sector de peruanos prefiere mirar de costado, la prensa asalariada del gobierno se convierte en cómplice del poder caviar que creció desde el gobierno del hoy procesado Toledo, personaje nefasto a quien ese Ministerio Público no acusa.

No obstante, el contexto político-ideológico es propicio para usar a personas imberbes que no deberían llevar el nombre ni el cargo de fiscales porque están lejos de tener las credenciales personales y las capacidades profesionales para ser magistrados a carta cabal. El nivel de los fiscales, salvo honrosas excepciones, ha caído muy bajo y eso es parte del plan globalista de las ONG, que han sido el soporte de Pablo Sánchez para hacer de las suyas tal como hoy ocurre en Argentina, Colombia y España. Traspolando al Ministerio Público lo que decía el viejo Lenin: “salvo el poder, todo es ilusión”.

@RafaelRomeroVas