Fonavi, ilusión o “cuento”
Desde hace mucho tiempo en diarios “informan” sobre la devolución a los trabajadores (ahora cesantes) de los aportes que les obligaron a efectuar mediante descuentos obligatorios de sus remuneraciones. Algo les devolvieron luego de una campaña de reclamo, pero quedó una importante cantidad sin devolverse. Los fonavistas se movilizan solicitando que les devuelvan el saldo.
Pero las entidades públicas utilizan mil pretextos y en concreto no les devuelven “sus aportes”. Los fonavistas no cesan de solicitarlo. Es una esperanza. En las actuales circunstancias el dinero que les deben devolver les permitirá sufragar sus necesidades de vida.
El 30/06/1970 Francisco Morales Bermúdez promulga el Decreto Ley N°22591 creando en el Banco de la Vivienda del Perú, el Fondo Nacional de Vivienda (Fonavi) aduciendo satisfacer la necesidad de vivienda de los trabajadores en función de sus ingresos y grado de desarrollo económico y social del país. Se “impuso” a los trabajadores la contribución obligatoria cualquiera sea su régimen laboral y la facultativa de los trabajadores independientes. Los descuentos se efectuaron entre enero de 1980 y julio de 1995. En 1998 Alberto Fujimori le cambió de nombre y lo convirtió en impuesto extraordinario de solidaridad. Se recaudaron S/ 20,200 millones, aunque se detectó que unos S/10,000 millones se habían esfumado o se había invertido mal. Ese dinero se ha usado en edificación de viviendas que han sido vendidas. Pero el dinero producto de esas ventas jamás volvió a los trabajadores aportantes. Por ello es legítima la exigencia de los fonavistas para que se les devuelva su dinero (con valor actualizado a hoy).
Ante los persistentes reclamos de los fonavistas para que se les devuelva sus aportes, el 26/04/2021 el Congreso promulgó la Ley N°31173 regulando medidas para los trabajadores que contribuyeron a dicho fondo, priorizando a la población vulnerable como consecuencia de la pandemia de covid-19, pero el 02/02/2022 el Poder Ejecutivo observó la autógrafa de esa ley aprobada por el Congreso. Luego para detener los reclamos de los agraviados, el presidente Pedro Castillo anunció alternativas viables en “términos fiscales”. Pero no obstante la sentencia del Tribunal Constitucional para esa devolución, hasta ahora no se cumple ese mandato. Realmente públicamente se está meciendo a los fonavistas, que ya son de la tercera edad. Para estos la devolución de sus “aportes” sigue siendo una ilusión. En realidad las “autoridades” usan su poder y les hacen “un cuento”.
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