Fortalecer los derechos de la mujer

El 8 de marzo fue proclamado oficialmente por la ONU como el Día Internacional de la Mujer para resaltar su lucha por la igualdad y el reconocimiento y ejercicio efectivo de sus derechos. ¡No es un festejo, es un reconocimiento a su lucha! Las mujeres en la historia siempre han sido los artífices participando en la sociedad en pie de igualdad con el hombre. No obstante que sufrían discriminación, feminicidios, violencia de género, desigualdad de derechos. Históricamente han luchado para conquistar mejores condiciones de trabajo y vida no solo para ellas; han reclamado su derecho a participar en la política.

Es fecha para meditar cuánto le debe la humanidad a la mujer desde tiempos inmemoriales.
La primera reflexión es que es la madre. Le debemos la vida. Aun antes de nuestro nacimiento da su dedicación, cuidado y amor; ellas nos dan todo sin pensar en sí. Nos criaron, educaron y guiaron desde la primera infancia y cuidaron de nuestro ser aun hasta sobrepasar la mayoría de edad y nos siguen amando más allá del final de sus vidas.

En todos los tiempos la mujer ha brindado su apoyo incondicional a los seres humanos. Es el baluarte y sostén de la familia sin distingo alguno. En cada hogar es quien lleva sobre sí las responsabilidades de la familia y aporta a su pareja, haya o no matrimonio, el estímulo para alcanzar nuevos horizontes para cada miembro de la familia, dando su dedicación a los hijos, aun cuando muchas veces nos olvidamos de ella.

En su empleo, comparte con cada servidor las responsabilidades por el éxito de sus actividades laborales, sea en un taller, la administración pública o privada, sin esperar reconocimiento alguno por su plena e incondicional participación en las tareas productivas o administrativas.
Estamos persuadidos que allá, desde el oriente eterno, ella nos sigue cuidando aun cuando ya no nos acordemos de ella. En suma, no hay humanidad sin la participación de la mujer.

Reflexionemos para entregar a ella cada día nuestro reconocimiento incondicional. No esperemos un día al año para volver la mirada al ser que nos dio la vida, que nos crio y educó y dio su vida entera por nosotros sin esperar nada a cambio. Su figura será irremplazable en todos los tiempos de la vida de la humanidad. Fortalezcamos la lucha contra la violencia de género y por la igualdad de derechos con el varón.

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