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Francke: La deuda supera al gasto en salud, pensiones y carreteras

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Fecha Publicación: 26/12/2021 - 22:35
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En cada oportunidad que puede, el ministro Pedro Francke se vanagloria de habernos endeudado por US$ 5,500 millones emitiendo bonos “a las mejores tasas de la historia”, haciéndose el “sueco” que otros bonos se colocaron antes a tasas menores (Bonos Globales 2032 y 2033), y que la razón de que los mercados los compren no es la confianza a Pedro Castillo sino porque en los últimos 25 años el Perú ha venido pagando religiosamente estas obligaciones.

La deuda pública (DEUDA), por irresponsables como el ministro, se ha duplicado (225%) en los últimos cinco años 2016-21, pasando de S/ 140,000 millones (22.3% del PBI) a S/316,480 millones (36.8% del PBI).

No obstante, llama la atención que el ministro “despilfarrador” (según el exministro Luis Castilla), pese a que el presupuesto 2021 se ha incrementado en 20%, por los ingresos extraordinarios debido al alza del cobre y las regularizaciones tributarias de las mineras, haya seguido “tomando” DEUDA y programe una gigantesca emisión bonos por US$ 14,000 millones para el 2022, sin tomar en cuenta las recomendaciones del BID (2018) -que recordó el exministro David Tuesta- para recortar el gasto ineficiente, que asciende a 2.5% del PBI (S/ 20,000 millones); ni tampoco, que aproveche estas épocas en que “llueve café en el campo”, para reponer los recursos del Fondo de Estabilización Fiscal (FEF) que han desaparecido, habiendo llegado a situarse en US$ 9,169 millones (2015).

El ministro Francke, presentado como “el que habla con los inversionistas de Wall Street” (La República 9/6/21), en su reciente balance de su gestión omitió anunciar que el creciente costo del servicio de la DEUDA, ocupará el segundo lugar (S/ 22,451 millones) en el próximo presupuesto del 2022, sólo superado por el sector Educación, que ocupa el primer lugar (S/ 35,758 millones), desplazando al tercer lugar al sector Salud (S/ 22,207 millones), al cuarto lugar a Transporte (S/ 19,200 millones) y al quinto a Pensiones (S/ 13,391 millones).

Dicho de otra manera, pagamos por los intereses de los bonos -que Francke emite con éxtasis- una suma mayor de lo que deberíamos invertir: en salud en pleno rebrote con la variante ómicron, en la construcción de puentes y carreteras, y las magras pensiones que pagamos a nuestros jubilados.

Es la primera vez que el servicio de la DEUDA ocupa el segundo lugar en la prioridad del gasto del Perú. En el lustro anterior 2016-21 bordeaba el sexto lugar (salvo en el 2019 y en el 2021 que subió al quinto).

Para remate, el futuro inmediato no es nada alentador: en el 2023 el servicio de la deuda subirá a 2.4% del PBI, creciendo año a año hasta trepar al 4.3% del PBI en el 2026, más del doble de lo que se pagará en el 2022.

Pensar que el candidato Pedro Castillo hablaba de “priorizar la deuda social sobre la deuda externa”. Lo único que viene priorizando es el pago a sus proveedores.

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