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Fue un magnicidio

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Fecha Publicación: 09/10/2019 - 21:50
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Leo y releo la resolución del juez Sánchez Balbuena ordenando la detención del presidente Alan García, solicitada por el empoderado fiscal Pérez, sin existir algún indicio de una participación delictiva del exmandatario.

Su único “fundamento jurídico” es que durante su gobierno dictaron normas para acelerar las obras. Solo eso. No hay pruebas de sobornos o pagos ilegales. El resto de argumentos están referidos a Nava y a Atala, no al exmandatario. El juez solo copió y pegó; sin tomarse el trabajo de analizar los hechos.

Alan García fue citado con engaños, para que la fiscalía le tome una declaración, pero la diligencia fue suspendida sin ninguna justificación y esa misma tarde fue impedido de salir del país. Para justificar esa restricción, el juez señaló que habían encontrado un cobro ilegal de 70 mil dólares por una conferencia dictada en Brasil.

Sin embargo, al tomar las declaraciones a los funcionarios involucrados, y también a los ejecutivos de Odebrecht, TODOS señalaron que se trató de un pago legal por una conferencia que dictó, declaró al fisco y pagó sus impuestos.
De otro lado, ¿por qué el fiscal Pérez informó de la decisión de detenerlo a Vizcarra, quien después confesó que convocó al Gabinete a las 6am a Palacio de Gobierno?

¿Lo hizo para seguir las incidencias por televisión y ver a Alan García saliendo de su vivienda enmarrocado y con una casaca con la palabra detenido? Vizcarra deberá responder penalmente por estos hechos.

¿Por qué América Tv, una periodista del diario El Comercio y Rosa María Palacios conocían del operativo desde las 5am, a tal punto que pusieron tuiters anunciando que lo habían detenido y al enterarse de su muerte lo borraron? ¿Quién les informó de una diligencia reservada? ¿Por qué el fiscal llegó al domicilio del ex residente acompañado de una camarógrafa del canal 4 de televisión? ¿Fue el juez, el fiscal Pérez o el fiscal Vela, el nutridor de difamaciones a IDL, que cumplió el triste papel de ejecutor del asesinato moral de García?
Además, ¿por qué la DIVIAC ejecutó la orden judicial de detención de Alan García y no la Policía Judicial como dispone la Ley? ¿Acaso había órdenes precisas del Gobierno para este operativo?

Sobre el asilo pedido por Alan García, ¿no se desplegó una maniobra para presionar al gobierno uruguayo para que denieguen el asilo? ¿Acaso Vizcarra no llamó al presidente de Uruguay para pedirle expresamente que niegue el asilo solicitado y envío un extenso informe a través de la cancillería? ¿Acaso Cateriano no viajó al Uruguay para presionar, al igual que tres parlamentarios comunistas, que usaron una infame declaración de respaldo del excanciller Allan Wagner, a quien Alan García lo nombró canciller, ministro de Defensa y embajador en varios países?
De otro lado, ¿por qué entraron a su casa con engaños, diciendo que se trataba de un allanamiento y no de una detención? ¿Por qué no esperaron que llegue su abogado y por qué entraron con el audio de la cámara de video apagada?

Han pasado 5 meses de lo sucedido y no existe ninguna declaración de ejecutivos de Odebrecht o de cualquier empresa que diga que entregaron dinero ilícito al mandatario fallecido, como si han testimoniado en otros casos. No hay registro bancario de cuentas o propiedades ocultas y los fiscales prevaricadores no presentan ninguna prueba, ni la presentarán porque no existe.

La burda patraña de lo dicho por Atala para que liberen a su hijo y le otorguen detención domiciliaría se derrumbó cuando una revista (Caretas) demostró que el dinero que recibió el empresario de Odebrecht lo utilizó para comprar propiedades en el Perú.

Es hora, pues, de realizar una profunda investigación. Ni más ni menos.

POR JUAN CARLOS MEJÍA SEMINARIO