Fundamental: fortalecer la economía nacional

Ante el resultado de las elecciones es necesario que el Presidente y congresistas electos se dediquen esencialmente a fortalecer la economía del país para resolver los problemas fundamentales del pueblo.
El Perú sin un adecuado desarrollo tecnológico y con una economía sin el necesario fortalecimiento, determinará la pobreza extrema de la población. No se trata de desarrollarlo sustentado en la estatización generalizada de la economía o crecer anárquicamente y, entre otros, de “nacionalizaciones” o “distribuir” dinero proveniente del erario nacional. La pobreza no es socialismo.
Básicamente necesitamos, entre otras decisiones, atraer inversiones extranjeras solventes y honestas que generen grandes centros de producción con tecnologías de última generación previa capacitación de los trabajadores; también crear empresas mixtas donde el Estado tenga el 51% de acciones. Fortalecer el sistema cooperativo existente y fomentar empresas privadas y familiares.
Incrementar significativamente la producción de bienes, tanto de los extraídos del territorio como la fabricación de productos nacionales para el mercado nacional y principalmente para la masiva exportación de productos peruanos, desarrollando así la economía dentro de un marco de planificación estatal por etapas.
Pueden coexistir empresas privadas, estatales y de propiedad colectiva; desde pequeñas, medianas, grandes y muy grandes instaladas y desarrolladas a nivel nacional, regional o provincial pudiendo privilegiarse las que se instalen en regiones que actualmente son poco desarrolladas. Las empresas estatales, instaladas a niveles centrales o locales, deben destinarse a fortalecer el desarrollo de la economía con nuevas infraestructuras para incrementar la producción y vigorizar el desarrollo regional. La banca estatal y las privadas pueden y deben contribuir a este desarrollo. El resultado será un significativo incremento en los ingresos (impuestos) al Estado, utilidades para los propietarios, fomento del empleo digno y con la participación en las utilidades a los trabajadores, (conquistado desde el siglo pasado). Las mejores remuneraciones y esa participación determinarán una vida digna personal y familiar y desarrollarán los mercados.
El objetivo debe ser erradicar la pobreza. Los políticos deben tener conciencia que no se trata simplemente de “ofrecer” o de generar la desgracia nacional con medidas irracionales sino que el pueblo, los trabajadores y todos participen en un sostenido desarrollo del país determinando los necesarios cambios que permitan fortalecer las condiciones internas mediante el trabajo colectivo, consciente, disciplinario y moral y legalmente honesto.
Que se despierte la honesta conciencia política de los gobernantes. Es necesario para extinguir la pobreza.

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