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Funesto precedente para la prensa

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Fecha Publicación: 08/07/2022 - 23:00
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El miércoles unos “ronderos” secuestraron al periodista Eduardo Quispe y a su equipo de prensa de canal 4, para advertirles que la próxima ocasión que desinformen sobre el gobierno asumirán las consecuencias. El citado equipo de prensa estuvo de rehén cinco horas, sujeto a amenazas personales y al decomiso de sus equipos, so pena de que solo serían liberados si el canal transmitía, en esos momentos, un comunicado preparado por los ronderos respecto a la información emitida por canal 4 la noche del domingo último, donde detalla que Yoelíin Paredes, hijastra de Pedro Castillo, estuvo gestionando en Chota la construcción de una obra de alcantarillado, cuyo contratista la habría visitado varias veces. Inclusive una, de madrugada, en la residencia de Palacio de Gobierno.

Hizo mal canal 4 en transmitir -esa misma noche- el mensaje de los secuestradores de su equipo de prensa, que venía investigando las andanzas del régimen Castillo en la citada localidad de Cajamarca. Con el crimen jamás se transa. Al criminal se le encara con la ley en la mano. Y en esa circunstancia, lo que había ocurrido fue un secuestro, crimen que –con el agravante de haber exigido la lectura de un texto como condición para liberar a las víctimas- penaliza nuestro Código hasta con 30 años de carcelería.

El precedente marcado por canal 4 es sencillamente demoledor para el futuro ejercicio de la labor periodística en este país.

El citado secuestro de un reportero de la prensa libre peruana, tomando como pretexto la “indignación” de un grupo de ronderos –en este caso, evidentemente defensores del gobierno- es solo la primera hoja del capítulo “medios de comunicación” que conforma el manual totalitario de este régimen analfabeto/comunista que encabeza, en calidad de títere, Pedro Castillo. Plan calcado del modelo dictatorial ideado primero por Cuba; y luego sudamericanizado por Venezuela, con el objeto de abolir la libertad informativa consagrada por los derechos universales que reconoce las Naciones Unidas.

Según el prepotente premier Aníbal Torres los ronderos resguardan al poblador contra el abigeato, delitos contra el patrimonio y violencia contra la mujer “mucho mejor que los policías y militares”, ofendiendo imperdonablemente a nuestros uniformados. Para este escriba, los “ronderos” que secuestraron al citado equipo periodístico, constituyen una banda criminal al servicio de palacio de gobierno. En este caso para extorsionar a la prensa libre, sometiéndola al dictado del oficialismo.

Por su lado, la Central Única de Rondas Campesinas dice: “los periodistas que realicen labores de investigación en zona ronderil deben pedir permiso a sus autoridades.” En consecuencia, “no ha habido secuestro.” Pero además alega: “La libertad de expresión no es un derecho absoluto”, imputándole a los medios periodísticos ser “voceros de los grupos de poder económico y político que incitan a un golpe de Estado”. Estamos advertidos. Se trata del mismo discurso que dicta el titiritero cubano que lleva los hilos de este régimen marxista dictatorial.

Si algún congresista todavía no comprende la gravedad de esta coyuntura –que pone en riesgo la estructura democrática peruana- demos por perdido el país, amable lector.

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