Fútbol y matemáticas

Hace poco, vi a Santiago, un niño de apenas 12 años, leyendo el libro Fútbol y matemáticas de David Sumpter. Mi curiosidad hizo que le preguntara sobre el libro, y con sus respuestas quedé gratamente sorprendido, sentí la contundencia de sus argumentos como un golpe que me condujo a la lona. Es que el deporte, en general y, en particular, el fútbol, es pasión que aflora características de ser mucho más; también es razón, por lo tanto, tiene el ingrediente matemático. Como tal, las matemáticas nos pueden ayudar a entender mejor sobre fútbol y sobre la vida misma.

Así sería más llevadero celebrar o sufrir frente a un inocente balón de fútbol y padecer también ante las dificultades para resolver formulaciones matemáticas presentadas, muchas veces, para no ser desarrolladas y solucionadas. El fútbol y las matemáticas, pues, fuertemente entrelazados son parte de un todo que produce efectos de alto impacto tan igual como cuando celebramos eufóricamente un gol o cuando finalmente respiramos en paz al lograr resolver problemas numéricos sencillos o complejos.

En el fútbol se aplican conceptos matemáticos que fueron evolucionando en el tiempo. Hoy, toda planificación responde a una bien estudiada base de datos con algoritmos que modelan el comportamiento dentro de un campo de fútbol. Los diferentes sistemas de juego responden a patrones ensayados: sistemas de triangulación, sistemas de ataque y defensa, el ya mentado “tiquitaca” así como el chocolate, del que disfrutamos con euforia todos; estos trascienden a sistemas reglamentados y responden a formulaciones con base matemática, a esto los profesionales del fútbol lo denominan estructura y sobre la base de sistemas de juego de cada equipo preparan el suyo, para finalmente lograr el objetivo que es ganar.

Debemos entender que estos resultados finales son sinergias permanentes y responden al esfuerzo colectivo de un muy bien planificado trabajo en equipo, que la individualidad permite elevar a la “n” potencia si esta tiene el valor agregado del talento. Solo el talento de quienes están frente a un balón de fútbol puede desarticular la estructura del equipo contrario. Eso hace que la emoción siga dominándonos cuando estamos en el estadio o frente a un televisor.

La próxima vez que disfrute del deporte rey, usted distinguirá, con más claridad, conceptos como triangulación, escuadra o parábola, solo así lograremos que las matemáticas se inserten en la vida cotidiana tanto como el fútbol y nuestros actos respondan no solo al corazón sino también a la razón, entonces veremos a más niños, como Santiago, disfrutando del fútbol y de las matemáticas.

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