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Fútbol y política internacional

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Fecha Publicación: 18/12/2022 - 23:10
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Hay muchos que quisieran ver desligado el deporte de la política. Esto no ha sido así. Las olimpiadas se crearon en la antigüedad para mostrar poder y fueron usadas para propaganda política en tiempos modernos. Se exhiben banderas, y símbolos políticos para identificar naciones que compiten.

Es más, la propia Organización de las Naciones Unidas utilizó el deporte como instrumento para sanciones políticas contra el régimen del Apartheid en Sudáfrica. Fui parte del Comité Espacial de la ONU contra el Apartheid y testigo del esfuerzo de la organización mundial en abolir el régimen racista de discriminación.

En el fútbol, que causa aún más expectativas que el atletismo, y mayor participación popular, se llegó incluso a extremos de un conflicto entre dos naciones, centroamericanas, en lo que se denominó “guerra del futbol”

El campeonato de balompié, llamado mundial, por una organización con sede en Suiza -la FIFA- dio lugar a una serie de reacciones y comentarios políticos. Originados, principalmente en razón de que el evento se realizó en un país muy pequeño, sin tradición futbolística, sobre el que pesan cuestionamientos respecto a libertades y derechos fundamentales. Esto se hizo evidente en la ceremonia misma de apertura, que es una ocasión en que los países anfitriones hacen una demostración de su acervo cultural, así como valores. En Qatar el espectáculo mostraba a hombres blandiendo espadas, otros cantando y por último entrevistas entre personas de sexo masculino. Las mujeres, que en todas partes brillan por su encanto y son mejores transmisoras de arte y cultura, quedaron marginadas.

No es entonces extraño que selecciones de fútbol hicieran demostraciones. Como el equipo alemán que quería aparecer con una banda que simbolizaba tolerancia. Y ante la prohibición de la FIFA de usarla, se presentaron los jugadores en el campo con la mano tapándose la boca, en señal de mordaza.

En contraste, el país del Golfo si permitió que en las tribunas aparecieran banderolas en apoyo de Palestina, gesto indudablemente político.

Los comentarios se centraron en el manejo de extraordinarias sumas de dinero así como en la explotación de mano de obra proveniente de países pobres y hasta corrupción. Por su hubiera una duda al respecto fue detenida la vicepresidenta del Parlamento Europeo por sus conexiones con Qatar.

En lo deportivo, Qatar perdió los tres partidos de fútbol que jugó. Ahora solo puede ganar, y mucho, si este mensaje político que le dio la presencia de la comunidad internacional en un país de tres millones de habitantes, llega a cambiar aspectos esenciales, como son la tolerancia y respeto a derechos fundamentales de hombres y mujeres. Ello debe ser priorizado frente a la ostentación con dinero.

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