Gaza y la incómoda verdad
El ataque terrorista de Hamás fue planificado durante meses, quizás años. No participaron en las guerras anteriores contra Israel, promovidas por la Yihad islámica, posiblemente para relajar la atención de la inteligencia militar y la seguridad en la frontera. Los trabajadores palestinos que diariamente laboran en territorio judío, obtienen de 4 a 6 veces más dinero que en Gaza, parecía que la situación de calma era propicia a la dirigencia musulmana; más aún, considerando los millones de dólares obtenidos en cooperación internacional para remuneraciones de funcionarios y programas sociales, generosa inversión de la ONU y UE esencialmente, cuya finalidad era consolidar una comunidad organizada y estable en función de la paz y el bienestar de los sufridos residentes. Gaza cayó en manos de la dirigencia de Hamás en unas violentas elecciones en 2006 y nunca más se volvió a convocar a las ánforas, tampoco se conoce el destino del dinero recibido, pues es notoria la absoluta falta de infraestructura. Eso sí, se conoce que los cientos de tubos donados por la comunidad internacional para dotar de agua y desagüe a Gaza, fueron convertidos en lanzaderas de cohetes, los que han sido generosamente utilizado por los extremistas. Hamás culpa al “bloqueo” israelí por la pobreza y la falta de servicios indispensables para su población, cuando proporcionalmente reciben más ayuda exterior que la mayoría de países del mundo.
Podemos tener una opinión sobre Israel y su forma de reaccionar ante la violenta enemistad de sus vecinos, pero es conveniente puntualizar que cuando la ONU asignó un territorio al nuevo estado de Israel, los colonos hebreos ya eran mayoría. Además, la frase “territorios palestinos ocupados por Israel” no es cierta. Nunca hubo “territorio palestino”, por lo que no se trata de reivindicar sus derechos. Nadie, ni occidentales ni árabes, mencionaban entonces el concepto de “pueblo palestino”. Gaza fue territorio de Egipto, y Cisjordania de Jordania entre 1948 y 1967. Ambos países fueron parte de la alianza que atacó por sorpresa a Israel en 1967 y por ello, perdieron esos territorios. Con el impulso económico de los hebreos y el valor geopolítico de su presencia en ese punto del Mediterráneo, la migración árabe fue en aumento y la opinión mundial se divide a favor o en contra de los sufridos palestinos liderados por dirigentes terroristas, que los usan como bandera política, incluso como rehenes, al evitar que se refugien temporalmente fuera de la franja de Gaza. Es que el extremismo nunca busca el bienestar del pueblo al que supuestamente defiende.
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