¡Gobernados por una mafia!
Vladimir Cerrón, recalcitrante marxista forjado durante 16 largos años en las canteras comunistas cubanas, y presidente (propietario) del partido Perú Libre, tramó el fraude electoral para colocar en la jefatura del Estado a Pedro Castillo, profesor improvisado en menesteres de estadista. Cerrón había sido condenado a 4 años y medio de cárcel por el Quinto Juzgado Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios de Junín. ¿Delito? Fraude contra la administración pública, aprovechamiento indebido del cargo, negociación incompatible (corrupción en vocablo lego) durante su gestión como gobernador de Junín: Además fue inhabilitado para ejercer cualquier cargo público por un año y a pagar S/ 850 mil como reparación civil, solidariamente con sus compinches.
Cerrón alucinaba asumir la candidatura a la presidencia de la Nación, postulando por su partido. No obstante su condena frustró esas expectativas. Entonces buscó a gente de su calaña. Como Pedro Castillo –sindicalista marxista y admirador del genocida abimael guzmán- para que lo reemplace como postulante a la Jefatura del Estado; y a Dina Boluarte en calidad de vicepresidenta. En pocos meses Castillo aprendió el oficio de Cerrón. Tanto que, medio año después de incrustarse en palacio de gobierno, ya acumulaba un envidiable prontuario como magíster en corrupción. Boluarte también se volvió delincuente, al asumir el cargo vicepresidencial violentando la Ley Electoral y el reglamento de Reniec –vigente desde 2003- que dispone que sus trabajadores “no pueden ejercer actividades políticas y partidarias y actividades ajenas que constituyan conflicto de interés aún cuando se realice fuera del local institucional y horario de trabajo.” ¡Sospechosamente, el JNE ignoró tamaña violación a la legislación electoral!
Ya instalado en la cúpula del poder Castillo se rodearía de una banda de malhechores, cada cual mejor ranqueado dentro del más selecto mundo del hampa, convirtiéndose en jefe de una organización criminal, conforme lo ha calificado el Fiscal de la Nación. Más de cincuenta y cinco ministros –la mayor parte de ellos genéticamente forajidos, bandidos, ladrones, miserables, etc.-; fuera del Secretario General del Despacho de la Presidencia, especializado en atesorar dinero robado; ene asesores dotados de alma hamponesca; directores ministeriales bribones; sobrinos forajidos, y una parafernalia de “funcionarios” corruptos hasta el tuétano, forman el staff de esta camorra palaciega que preside Pedro Castillo Terrones, de la mano del capo de la mafia, Vladimir Cerrón.
Cerrón no actuaría solo. Con Arturo Cárdenas “pinturita” creó la banda “Los Dinámicos del Centro”. Asaltó la gobernación huanca para financiar la campaña y pagar el fraude electoral que le permitió llegar a palacio. ¡El robo es el modus vivendi del régimen que gobierna el Perú! Donde uno voltee, amable lector, ve la mano negra de la corrupción. El régimen marxista/senderista sisa ilimitadamente. Y para afirmar su permanencia en el poder, paralelamente busca imponer un sistema bolchevique que le permita someter a nuestra sociedad bajo la bota totalitaria. Como sucede en Cuba y Venezuela.
Rechazamos que nuestro país siga secuestrado por esta camorra criminal que intenta transformarnos en republiqueta comunista. De manera inmediata, Castillo necesita ser constitucionalmente vacado; o acusado e impedido de gobernar por corrupto.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
