Gobierno arisco
Desde los albores del gobierno de Pedro Castillo avizoramos una gestión chúcara, dicho en el sentido de arisca, áspera, intratable y el tiempo lo va confirmando, con un jefe del Estado que se da el lujo de no ofrecer declaraciones a la prensa por más de cien días desde su última entrevista, sin importarle que aún estamos bajo emergencia sanitaria y en la antesala a una temida “crisis de hambre”, como la ha señalado Bloomberg, a causa de peligrar la campaña agrícola 2022-2023 por el encarecimiento del precio de los fertilizantes; haciéndose por tanto imprescindible que se rinda cuentas de cara a la ciudadanía de las medidas preventivas que se vienen adoptando para mitigar sus efectos, sobre todo en protección de las familias postradas en pobreza y pobreza extrema, así como nuestros agricultores y ganaderos que ya empiezan a sufrir la escasez de fertilizantes; así como dar satisfacciones públicas por las graves imputaciones de corrupción que le formula la Fiscalía de la Nación tanto a él como a su entorno.
El presidente Castillo pareciera creer que le hace un favor a la prensa el que preste declaraciones públicas o conceda entrevistas, ha internalizado que es su prerrogativa hablar, responder consultas, escuchar críticas por parte de los comunicadores sociales, pero olvida y nadie en el Ejecutivo se lo recuerda o le hace ver su error, que una prerrogativa no es un derecho absoluto, el ejercicio de poder tiene límites, ahí tenemos la rendición de cuentas, el acceso a la información y la libertad de expresión. Es una vergüenza que gremios de prensa de reconocida trayectoria, uno de ellos la A.N.P. (Asociación Nacional de Periodistas) hayan emitido alertas y elevado sus quejas ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, por el trato hostil que reciben reporteros y periodistas en el cumplimiento de su trabajo, sobre todo al cubrir las incidencias de las actividades del primer mandatario. Lamentablemente esta conducta chúcara no es solo de exclusividad del Gobierno Central, también está el Congreso al no permitirle a la prensa el acceso al llamado Hall de los Pasos Perdidos al interior del Palacio Legislativo.
Parece que fuera ayer mi columna del 3 de septiembre de 2021, cuando hablando del Ejecutivo escribí “la actual gestión parece empecinada en defender sus decisiones “ERGA OMNES” (contra todos), poco o nada le perturba el acelerado desgaste político que viene sufriendo pese a tener 37 días en el poder…”, esto en razón de resistirse a aceptar consejos y críticas a pesar de sus desaciertos. Bueno, ya pasaron 10 insufribles meses y Pedro Castillo ahí, más arisco y áspero que antes, y su gobierno al ritmo que va, quién sabe el más incapaz y uno de los más corruptos de nuestra historia, esto último por supuesto habrán de determinarlo los órganos jurisdiccionales.
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