Golpe de mano caviar
Informar con la verdad en el Perú es cada vez más difícil, porque el envilecimiento de las fuentes informativas ha llegado a tal extremo de corrupción, que resulta un verdadero laberinto, un dédalo, una maraña descifrar la verdad de la mentira, siempre envuelta en papel dorado para engañar. Pero en ello precisamente consiste la labor periodística, hoy tan venida a menos por esa podredumbre nucleada tras los intereses de las fuentes mediáticas, responsables del envilecimiento que se ha apoderado del país en razón a la captura del poder político-judicial del Perú por la camorra caviar, convertida en verdad única. Porque hoy en este entristecido país quien no comulga con esa mafia es corrupto, y está condenado al ostracismo por una opinión pública obnubilada por la doctrina caviar.
El Perú cada día está más ciego, sordo y mudo por esa razón, confundido por un mundo noticioso absolutamente desinformativo. Perú está dominado por la letal desinformatzia, o teoría de la desinformación perversa, réplica de la creada por la URSS soviética para imponer maldades y mentiras vía una pervertida doctrina transformadora de la verdad en mentira y viceversa. Por eso el lector de EXPRESO encontrará siempre acá un bastión contra la desinformación convertida en dogma por la mafia que domina o que antes fuera la “gran prensa”; hoy un desecho de medios arruinados, que informan, comentan, opinan uniformemente, siguiendo como falderos la pauta que dicta la camorra caviar.
Esta perspectiva nos permite informar reconstruyendo los hechos, en lugar de lanzar mensajes prefabricados construidos por versiones interesadas que persiguen propósitos ajenos a la realidad, basados en la verdad desinformada para alcanzar algún propósito perverso. Nos referimos al montaje desinformativo alrededor del “affaire relojes” de la presidenta Boluarte. Es un hecho que alrededor de él hay una maraña de mentiras, cuya principal responsabilidad recae en la señora Boluarte por tratar de esconder lo evidente. Pero de allí a generar un ambiente desestabilizador del calibre que ahora comprobamos, existe una mano negra desinformativa que busca aprovecharse del presunto engaño de la señora Boluarte, para precipitar su debacle y, tras ello, provocar un escenario golpista semejante al que montaran los caviares en 2021 para hacerse del poder, sin tener los votos del pueblo sino, maquiavélicamente, usando la desinformación como fulminante, para despertar una necesidad de cambio entre la sociedad metiendo, de contrabando, a alguno de sus postores preferidos para que el Parlamento lo elija próximo presidente del Congreso y, consiguientemente, presidente de la República al primer empujón que le den a Dina Boluarte. Es el ABC de la intriga caviar, puesta en escena desde que uno de los suyos “descubrió” la debilidad de la mandataria Boluarte por los relojes finos, y decidió empezar a lucirlos despertando la curiosidad, indignación y codicia de muchísima gente, oportunamente aprovechada por los caviares para montar su plan B: generar una nueva vacancia presidencial. Claro, cuando todavía está con ellos el letal presidente del JNE Salas Arenas, quien serviría a este grupo mafioso, con tal de quedarse en el cargo. Veremos qué ocurre en los siguientes días.
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