Hacia un nuevo orden mundial
¡La era dorada de América empieza ahora!, ¡Nunca ha habido nada parecido en este país, y ahora alcanzará un nuevo nivel de importancia!, son dos de las frases de Donald Trump, luego de asumir la presidencia de EE.UU. en un intento de marcar lo que será su gestión: una nueva era de prosperidad y grandeza para los estadounidenses.
¿Qué supone su elección? De acuerdo con lo que mencionó desde su candidatura, se espera un incremento del proteccionismo comercial, la aplicación de aranceles a otras economías y beneficios a fin de incentivar las inversiones.
En el Foro Económico de Davos, dijo: “Mi mensaje a cada empresa en el mundo es muy simple: vengan a fabricar sus productos en EE.UU. y les daremos los impuestos más bajos que cualquier nación (...), si no es así, entonces tendrán que pagar un arancel de montos variables que dirigirá cientos de miles de millones de dólares, e incluso billones, a las arcas del Tesoro con los cuales fortaleceremos nuestra economía y pagaremos la deuda”.
Anunció medidas que buscan reducir la inmigración (deportaciones y restricciones de asilo), aunque es posible que cambie de opinión, pues un gran número de inmigrantes realizan labores que no son del agrado de los estadounidenses. Tampoco se descarta una mayor polarización política y social, entre otros.
Para el mundo, la elección de Trump tendría un impacto en varios niveles. En lo que se refiere a sus relaciones internacionales, EE.UU. marca un camino aislacionista, pues reduciría su protagonismo en organizaciones como la ONU, OTAN y OMS.
También se tensarían las relaciones con países y bloques como China, México, Canadá, Brasil, Venezuela y la Unión Europea. Asimismo, se adicionaría una mayor tensión en el Medio Oriente por un considerable favoritismo en el apoyo a Israel, lo cual podría escalar a otros niveles y naciones.
¿Y en el Perú? Si bien del total de las importaciones de EE.UU. nuestra oferta representa solo el 0.3%; es un mercado de aproximadamente US$ 9 billones y es el primer destino de nuestras exportaciones no tradicionales. Un tema más relevante aún: concentra el 26% de los 4 millones de los empleos relacionados a las exportaciones, por lo que debemos de cuidar con mucho tacto el Acuerdo de Promoción Comercial firmado entre nuestros países y que hoy, 1° de febrero, cumple 16 años de su puesta en vigencia.
El impacto sería un posible endurecimiento de las políticas migratorias (más restricciones en la entrega de visas y deportaciones), la reducción de las remesas de los inmigrantes y la adopción de medidas proteccionistas que afectarían el flujo de inversiones en América Latina, incluido Perú.
No podemos dejar de mencionar la suspensión temporal de la asistencia económica del Departamento de Estado y USAID a los programas de sustitución de cultivos de hoja de coca.
Confiamos que luego de su evaluación, puedan ser retomados en los próximos 90 días y que los recursos se centren en proyectos productivos que si ayuden a crear más empleos y reduzca la cantidad de potenciales migrantes.
En resumen, Donald Trump busca establecer un nuevo orden, quiere un EE.UU. fuerte e independiente y tomará las medidas que estime conveniente para lograrlo. Por lo pronto hoy día entran en vigor los nuevos aranceles de 25% para un grupo de productos de México y Canadá y esto recién comienza. Dependerá de nuestras autoridades minimizar cualquier efecto negativo de las decisiones que tome el gobierno estadounidense. Desde este espacio, comparto mi deseo de respeto mutuo y la plena vigencia de los acuerdos vigentes que tan buenos resultados traen a ambas partes, especialmente a sus ciudadanos.
Por Julio Pérez Alván
*Presidente de la Asociación de Exportadores (ADEX)
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