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Hagamos frente al psicosocial vandálico
Si usted ha sentido espanto por la violencia de la “Toma de Lima”, fue presa del psicosocial más incompetente de nuestra historia. Buscaban el muerto en Lima, con amenazas como “somos superiores, en cantidad, a la Policía”, dicho por la claramente mala persona, Betssy Betzabet, en compás con otros alaracosos violentistas que deben ser arrestados. Por sus pésimos cálculos no pudieron tumbar a Dina Boluarte. No hay confusión, ni complejidad… Se fajó muy bien por Lima la Policía en coordinación con la Fiscalía y deberán darnos pronto los nombres de los responsables.
Sin embargo, esto está lejos de acabar por un apoyo irresponsable a la creciente sensación de ser rehenes de la violencia. Muchos reflectores innecesarios se usan para desinformar y distorsionar justificando los destrozos hechos en Lima. Este gran sector de la prensa nacional y sus corresponsales internacionales empatizan a dialogar con el violento y deslegitiman el uso de la fuerza en la Policía, pero no en la población del sur. Atosigan a sus audiencias metiendo en la agenda la llegada de turbas alucinantes con miles de decenas de víctimas olvidadas del Perú profundo. Con enorme empoderamiento moral, decían que: “la gran mayoría de terroristas son radicales pero la mayoría de radicales no son terroristas... hay que escucharlos para calmarlos”. Así, se permitía un desfile de políticos de izquierda, autoridades, líderes y opinológos afines que pintaban escenarios inviables con Boluarte fuera del poder, un Congreso obligado a recomponer su Mesa Directiva para la entrada de sus “campeones” y unas elecciones inmediatas.
Estos medios jamás se molestaron por destacar la resistencia de la Policía el jueves pasado. Interpretan que la prudencia para evitar muertes fue debilidad del gobierno. Buscan continuar con la farsante “Toma de Lima” iniciada tras el golpe de Castillo y que fue sólo trending topic en las redes sociales de Apurímac, San Martín y Puno.
Un dulce venenoso que disfrutaron los medios que viene contratando hace décadas a los dueños de las redacciones importantes y gozan de los contactos más poderosos para acceder a becas y pasantías en el periodismo internacional. Tienen el poder de producir un Tesorito en la BBC News. Esa es la narrativa de guerra, apoya la infelicidad ciudadana, adoctrina prensa alternativa en la operativa, culpa al gobierno, el Congreso y la Policía de cualquier problema, nunca se quedan inactivos porque los hace vulnerables, e incluso sacan de paseo a Aníbal de la clandestinidad para ir al Congreso, intentando así disimular su verdadero fracaso.
Un grupúsculo ha cobrado propinas para organizar asaltos a los aeropuertos y otras propiedades. Estos viven del ataque que provoca muertes para responsabilizar a la Policía. Muchos los trajeron a Lima sin pasaje de regreso. Mientras tanto, la verdadera mayoría del Perú se quedó disgustada porque los desmanes no están dejando trabajar con libertad. Si el Perú no crece, el pobre se perjudica más que el rico, y no al revés.
Entonces, ¿qué significó la Toma de Lima? Ha sido una premeditación subversiva que hace ver un Perú jodido frente al mundo. Un contrasentido que apoyan artistas, educadores, clérigos y otros sectores de izquierda en el Perú.
Eso los hace responsables de actos traidores, porque llegaron a dar buses para traslados a Lima, tal como lo hizo Yarita Lizeth. Ha significado apoyar en la toma de aeropuertos y destrozos que lucían banderas del estado plurinacional de Evo. Si esa es su visión, que sean felices en Bolivia y no Perú. La informalidad el Puno llega al 92% porque prefieren el narcotráfico, contrabando y la minería ilegal. Los que pagamos impuestos y la sufrimos trabajando somos más y tenemos vela en este entierro. Entonces, hagamos que nos escuchen decir, que el Perú sea como Suiza y tengan derecho a voto únicamente los contribuyentes para proteger nuestro patrimonio, estudios, trabajo y derecho a tener una familia sin sufrimiento.