Hambre y corrupción

Uno de los indicadores más esperados salió esta semana y no se trata del PBI o de la inflación. Es el Índice Global del Hambre (IGH), el cual no solo mide de manera global cómo se incrementa este flagelo sino además hace una medición global del año 2020 y una proyección de lo que sucede en el 2021. La foto, como se imaginarán no es nada buena.

El hambre cerca las ciudades, por razones mundiales, pero también por muchas muy locales, tales como la constante crisis económica y política que vivimos. La inflación aleja los alimentos de la mesa familiar, nos obliga a recurrir a sustitutos y al recurseo.

Si se observaba el mapa presentado prepandemia solo hallábamos una región marcada por el amarillo que delata una escala grave de IGH, hoy son siete.

Apurímac, Huancavelica, Ucayali, Loreto, Huánuco, Ayacucho y Cusco se encuentran en esta situación mientras que no se observan medidas urgentes a ser tomadas. Erradicar el hambre no se hace con bonos, sino con estrategias mucho más pensadas y meditadas. Ayuda en Acción, Cesvi, Helvetas y Welt Hunger Hilfe apuestan por el replanteamiento del sistema alimentario. Ojo, no estamos hablando de pobreza, este es un indicador mucho más duro y crudo: hambre.

¿Qué se espera para el 2021? Una fotografía similar o en el mejor de los casos algo cercana al 2019 pero definitivamente no mejor. Para salir de esta situación las organizaciones proponen la participación de todo el tejido social y no solo del gobierno. El año pasado la crisis sanitaria revelo problemas estructurales que no solo comprenden zonas alejadas sino espacios en los cuales “el desarrollo“ había llegado, es decir las zonas costeras.

Ver los gráficos y cuadros indigna. El Perú era la promesa latinoamericana, crecíamos, exportábamos, se creaba empresa, fuimos sede de eventos internacionales. Hablar de Perú era sinónimo de bonanza, pero ésta fue efímera. Hay males endémicos que no hemos erradicado y que se reproduce como si fuera una Hydra, animal mitológico al cual le crece dos cabezas apenas se corta una.

El I Foro Internacional de Integridad y Lucha contra la Corrupción de la Cámara de Comercio de Lima nos informa que en el 2020 las pérdidas económicas por la corrupción llegaron aproximadamente a los S/ 22 mil millones, lo que representa casi 10 veces el presupuesto para el mantenimiento preventivo de las bicicletas entregadas en el programa Rutas Solidarias que da estos vehículos para mejorar el acceso a las instituciones educativas públicas de estudiantes de educación básica regular en zonas rurales y de mayor pobreza.

El presidente de la Comisión de Integridad y Lucha contra la Corrupción de la CCL, Hernán Lanzara, recordó que hay más de 1,400 investigaciones fiscales contra autoridades regionales y locales por malos manejos de los fondos destinados a paliar la pandemia, por lo que demandó celeridad en los procesos y las sanciones ejemplarizadoras, pues “justicia que tarda no es justicia“. Y menos en tiempos de pandemia, cuándo no hay lonche gratis.

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.