ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

¿Hasta cuándo seguirá traicionándonos este Congreso?

Imagen
Fecha Publicación: 06/01/2025 - 23:00
Escucha esta nota

Sabemos que es pedirle peras al olmo. Sin embargo, necesitamos insistir porque el país sigue deslizándose por una pendiente cada vez más resbalosa, que lo llevará, indefectiblemente, al despeñadero del caos. Porque, amable lector, no exageramos al decir que nuestros congresistas se dedican, fundamentalmente, a legislar asuntos banales y otros relacionados con autosatisfacerse, elevando sus remuneraciones y/o produciendo normas que sirvan para proteger a sus colegas ante tantos delitos en los cuales continúan incursos; muchos incluso desde antes de ser legisladores.
Más aún, esa macabra alianza implícita forjada entre los poderes Legislativo y Ejecutivo –donde ambos sobreviven como pollo descabezado, desangrándose y estrellándose con lo que encuentren al paso– lleva a nuestro Congreso a eliminar su función como poder del Estado encargado de legislar, término que, si alguno de ellos no entiende, implica promover y aprobar leyes para el correcto funcionamiento del país. ¡No para auto privilegiarse ni para encubrir los flagrantes yerros que a diario comete el poder Ejecutivo! Menos aún, para esconderse ante el ataque del que son víctimas tanto el propio Legislativo como el Ejecutivo por parte de un energúmeno poder Judicial; y de ese monstruo de mil cabezas llamado Fiscalía, inconstitucional y criminalmente administrado por un sionista que opera nuestro Ministerio Público como si se tratara de su chacra, siguiendo órdenes expresas de un manipulador transnacional llamado George Soros.
No, señores legisladores. Repetimos: su papel como parlamentarios es aprobar las leyes que necesita este país para salir del caos al que lo ha conducido la izquierda, aliada con el terrorismo y patrocinada por Venezuela y Cuba. Y, una vez superado el caos, el rol del Legislativo es legislar para mejorar el nivel de vida de la población, promoviendo normas proactivas –no mamarrachentas ni con intereses propios– que despierten nuevamente el interés de tantísimos peruanos capaces de incitar aquel retorno del Perú a la prosperidad. ¡Como cuando derrotamos al terrorismo y salimos victoriosos de procesos tan traumáticos como la hiperinflación y la ultradevaluación, fuera de reducir el índice de pobreza del 56% al 24%! ¡Esfuerzo que nos costó sangre! No obstante, hoy nuevamente bordeamos el 60% de pobreza, sumado a un peligroso 70% de informalidad, sin que a los congresistas se les mueva un pelo.
Criminal que el Congreso ignore gravísimos problemas, como aquel “pacto secreto” rubricado por el fiscal Pérez –“autorizado” por su compinche Vela– condonándole a Odebrecht miles de millones de dólares sin demandar indemnizaciones ni embargos de bienes, entre los cuales estaba esa jugosa administradora de peajes “Rutas de Lima”. Peor todavía, porque, gracias al cómplice silencio congresal, aquel pacto con Odebrecht, firmado a nombre de la nación por el fiscal Pérez -autorizado por su jefecito Vela- continuó sellado y el Perú siguió perjudicándose por miles de millones de dólares; mientras Odebrecht, Vela Barba y Pérez Gómez festejaban su crimen. ¡Felizmente el Tribunal Constitucional nos salvó de semejante atentado a la patria, gracias a la campaña de medios como EXPRESO y al habeas data de Phillip Butters!
¿Hasta cuándo insistirá en traicionarnos este Congreso?

Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.