¿Hasta cuándo, señores congresistas?
Observando el lenguaje corporal –el mental está fallado- del presidente Castillo, y verlo derrotado, contra las cuerdas, escribimos lo siguiente el pasado martes: “Castillo está acorralado. Huir hacia adelante lo lleva a ningún lado. Mostrar desesperación lo delata más. Refugiarse tras abogaduchos de quinto rango, lo deriva aún más rápido a su meta final: la cárcel.” Al día subsiguiente aparecería el comunicado de Perú Libre; partido que, fraude de por medio, le llevó a la presidencia y actuó como bancada gobiernista. Hasta que ayer le exigió su renuncia inmediata, irrevocable como prosélito perulibrista “antes de iniciar un proceso administrativo disciplinario (…)” Más claro ni el agua. ¡Castillo está en nada! Sin bancada partidaria propia, sin partido político que le acompañe, y sin perro que le ladre. Pero si a ello le sumamos el Everest de denuncias que viene acumulando la Fiscalía de la Nación, respecto a la imputación que le ha planteado como cabecilla de una organización criminal; y si los audios que estarían próximos a salir contendrían mas probanzas de faltas constitucionales y legales suyas, el ex hombrecito fuerte del sombrero ya es un zombie.
En adelante, toda palabra y/o movimiento suyo profundizará el fondo de su tumba política. Incluso los manotazos de ahogado que viene dando su primer ministro solo agravarán su estatus judicial, una vez que la Fiscalía le formalice acusación. Enorme daño le ha causado Torres a lanzar la siguiente bravata desde Cusco, delante de los sembradores de coca: “Ustedes ven que ese pequeño grupo que aún no reconoce el triunfo de Pedro Castillo como presidente, siempre está buscando vacarlo. Desde el inicio, y actualmente, se han sumado otros. Está allí el Ministerio Público, está el Poder Judicial, está un gran sector de la prensa capitalina, ese pacto secreto de la corrupción, que ha robado por miles de millones al Perú, y que ahora quiere esconderse detrás del gobierno de Pedro Castillo, sin mostrar una sola prueba en contra de nuestro presidente”.
Este agravio fue inmediata, terminantemente rechazado por doña Elvia Barrios, presidenta del poder Judicial, lanzando este mensaje: “Debo pedir, enérgicamente, al premier que tenga mesura en sus expresiones, porque en el Poder Judicial los jueces y juezas impartimos justicia, no hacemos persecución política.” Por su lado, Patricia Benavides, flamante Fiscal de la Nación, debe estar tanto o más indignada con Pedro Castillo, hoy prepotentemente enfrentado al Ministerio Público y a los poderes Judicial y Legislativo, porque usa sus inútiles consejos de ministros regionales para lanzarle dinamitazos a estas tres instituciones responsables de blindar el Estado de Derecho.
Apostilla. César Acuña -hasta hace poco partenaire del presidente- sorpresivamente decidió que su universidad revele que 80% de la tesis de Castillo es plagiada. Nueva causal de vacancia/denuncia constitucional -aparte de aquella por traición a la patria- por mentirle al JNE inscribiendo su candidatura como “magíster”, utilizando una “tesis” robada. Mientras tanto, permanecen fugados su secretario, su ministro engreído y sus sobrinitos, sicarios de la banda criminal que él presumiblemente preside. ¿Qué espera este Congreso para vacarlo?
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.
