Haz las cosas que te gustan
Uno de los derechos fundamentales del ser humano es la libertad de realizar las cosas que le gusta, sin condicionamiento de ninguna naturaleza. Debemos tener presente que existe dos clases de libertades, una basada en el derecho natural, que nace intrínsecamente con la persona; y la otra, tiene su origen en el derecho positivo, que es la ley, empero el espíritu teleológico de la norma no permite el abuso del derecho, sino la libertad de ser uno mismo dentro de la sociedad que se desarrolla, lo que significa respetarse y respetar a los demás y realizar las cosas libremente con capacidad de goce y de ejercicio.
Para realizar las cosas que le agradan es importante preguntarse “y tú cómo te sientes”, solitario, te agrada la soledad o te produce tristeza o deseas compartir las cosas que haces con otras personas, eso depende de ti mismo. Te sientes como ahorcado, asfixiado, sin deseos de hacer las cosas, libérate de esa opresión que está en tu mente y desarrolla una predisposición de sentirte bien haciendo las cosas que te gustan. Te sentís deprimido, cambia ese estado anímico por acciones positivas, lee la biblia, un libro que te haga reflexionar, escucha música, haz deporte, haz las cosas que hagan sentir bien.
Te sientes atrapado, sin salida, debes pensar que todo tiene solución, es cuestión de paciencia, fe, ver y apreciar la naturaleza que te gusta, te otorga una sensación de libertad, de pensar libremente, ordenando las ideas y darte cuenta la inmensidad de la vida, que todo tiene un comienzo y final y debes aportar un granito de arena, haciendo las cosas que te dan satisfacción. Cómo te sientes, cuando lloras qué haces, cómo cambias de actitud a la risa, de repente te agrada una película cómica, que te hace reír, te agrada, sabes que el ser humano convive en las contradicciones, hay que buscar las cosas que te gustan. Cómo te sientes frente a una frustración, rompes todo o buscas espacios de reflexión que te hagan meditar y tomar la decisión más correcta, que te haga sentir bien.
Cómo te sientes frente a un conflicto, bebes, fumas para calmar la ansiedad y eres consciente que no te conduce a nada bueno y debes solucionar las cosas despejando la mente de cosas tóxicas, que te permitan hacer las cosas bien. Yo te digo, aunque te sientas rechazado, olvidado, desgraciado, hay alguien allá arriba, que sabe lo que vales, lo grande que eres y lo que puedes llegar a ser, haciendo las cosas que te gustan, que te den satisfacción, paz y alegría. Ese alguien es Jesucristo, que te ama tanto, que dio su vida por ti. Busca a Dios con todo tu corazón y hallarás la paz que tu vida necesita. Pero sobre todo “te ama muchísimo”.
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