Huancabamba, nido de la corrupción

Es desolador comprobar cómo la corrupción opera a diestra y siniestra con total impunidad a lo largo y ancho de nuestro país, poniendo incluso en riesgo la vida de los peruanos.

Un caso concreto lo tenemos en Huancabamba, la carretera Canchaque - Huancabamba que se ha construido en una vía de exposición al peligro de quienes la transitan.

Esta es la carretera de la muerte gracias a que el Consorcio Vial Piura, integrado por las empresas Sinohydro Bureau 8 Co. Ltda. Johe Sa y Constructora Málaga Hermanos S.A., han abandonado su construcción bajo el pretexto de no haber obtenido un seguro por el alto riesgo de la zona.

La construcción de esta carretera contaba con 583 millones de soles, de los cuales ya se habían desembolsado 303 millones de soles, más de la mitad del presupuesto de la obra y sin que el avance físico haya superado la tercera parte. Es decir, ni la pandemia ni el seguro son razones que justifiquen este acto criminal, el consorcio buscó cualquier pretexto para resolver el contrato, pues ya se habían llenado los bolsillos por hacer nada en la construcción de la carretera.

Con la resolución del contrato, la nula construcción de la carretera abandonada y sin el presupuesto, los huancabambinos han visto esfumarse la posibilidad de contar con una vía por la que lucharon por más de 20 años.

Es criminal permitir que los ciudadanos transiten por estes camino, no solo por lo agreste y densa neblina que no permite ver la vía a 50 centímetros de los vehículos, sino también porque cuenta con una sola vía estrecha y no existe señalización alguna.

Todo esto viene sucediendo nuevamente a vista y paciencia de las autoridades de Pro Vías Nacional, del Gobierno Regional, la Municipalidad de Huancabamba, la Contraloria y el Ministerio Público que no hacen nada en lo que les compete de acuerdo a sus atribuciones. El Gobierno, incluso este que está a punto de terminar, debe atender con urgencia la construcción de esta carretera, ya que la vida de quienes la transitan se encuentra expuesta al peligro, quizá más que en cualquier otro lugar del Perú.

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