Ideologizar al estudiantado
Ha pasado casi desapercibida una noticia sumamente preocupante. El aún presidente Pedro Castillo anunciaba, entre gallos y medianoche, “mi gobierno (sic) desarrollará un nuevo currículo educativo y un plan de maestrías y doctorados para profesores.” Este sujeto incapaz de gobernar, de hablar correctamente el castellano, de saber geografía, de conocer de historia universal, etc., sí es capaz, sin embargo, de idear un currículo tóxico para envenenar a la niñez y juventud. Para empezar, Castillo está habilitado –por experiencias personales- para elaborar algún manual adoctrinador, en función a su formación comunista matizada con retoques terroristas, como dirigente sindical de la facción abimaelista del Sutep. Manual que, igualmente, podría enriquecerse con sus prácticas corruptas hábilmente plasmadas durante su catastrófica gestión a cargo del gobierno. Empezando por el robo de propiedad intelectual, a través del plagio de una tesis -de la cual él se habría apropiado para falsificar su grado de “magíster”- en connivencia con la universidad César Vallejo, propiedad de su incondicional amigo César Acuña Peralta, quien actúa como guardia pretoriana suya en el Parlamento.
Para el comunismo transnacional, la presencia de un tipejo como Castillo –ex secretario general de la facción sendero luminoso del sindicato magisterial- resulta estratégica para cumplir sus propósitos en Latinoamérica. Lo utiliza como felipillo del Foro de Sao Paulo; y/o como intermediario para aproximarse tanto al gremio magisterial como a aquella burocracia roja que dirige el ministerio del ramo. Aparte Castillo –no debemos olvidarlo- ha antepuesto intereses extranjeros a sus funciones como jefe de Estado de 32 millones de peruanos. Su carencia de patriotismo (ofreciéndole territorio peruano a su mentor Evo Morales para que Bolivia instale un puerto propio en nuestras costas) quedó registrada en la entrevista que le hizo el periodista Fernando del Rincón. Este le preguntó a bocajarro si aquello era cierto, y Castillo reaccionó blanqueando los ojitos para responderle: “Es lo que exigen nuestros hermanos bolivianos”, otra de tantas tonterías que le caracterizan como individuo inescrupuloso, capaz de cualquier cosa con tal de permanecer en la presidencia del país.
EXPRESO conversó con el educador y exministro de Educación Idel Vexler, quien ha opinado sobre esta amenaza para las futuras generaciones de peruanos advirtiendo que la “declaración” de Castillo representa “un grave riesgo de la ideologización del contenido del currículo escolar para transmitir un pensamiento radical al estudiantado de la educación básica (…) por sus posiciones partidarias, lo que generaría confusión y malestar en el alumnado y los docentes…”
El Congreso de la República -y la ciudadanía entera- están en la obligación de vetar tamaña amenaza, que apunta a intoxicar ideológicamente a nuestra juventud y niñez inyectándoles el mantra comunista. Suficiente adoctrinamiento marxista tiene ahora el currículo educativo nacional, salpicado de preceptos pro terroristas y anti militares por la CVR; e ideas extranjerizantes impuestas por las ONG que reciben multimillonarios fondos para someter al Perú a las andanzas de endiosados gurús –como Soros-, que usan las tendencias de izquierda como estrategia para continuar manejando el destino del planeta.
Esperamos una inmediata iniciativa del Congreso para zanjar este peligrosa iniciativa.
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