¿Ingreso libre a universidades?

Las universidades en el Perú y el mundo normalmente tienen una capacidad que va en relación al área de las aulas y sobre todo de los profesores especializados, preparados y capacitados para educar adecuadamente a un determinado número de alumnos.

Las autoridades de las universidades a través de los exámenes de ingreso, logran controlar el número de alumnos por aula y mantener entre ellos un nivel de conocimientos apropiado.

Como ejemplo y con cifras referenciales, actualmente la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) maneja adecuadamente unos 12 mil alumnos en carreras de 5 años, lo que implica que anualmente son 2,400 estudiantes, pero es conocido que el primer año de estudios es más alto, debido a que conforme pasan los años de la carrera se producen retiros llegando a graduarse menos de 2,000, por esa razón durante el primer año universitario la UNI estaría aceptando aproximadamente 3,000 alumnos sobre 8,500 o más postulantes, quedando sin ingresar alrededor de 5,500.

Si el espíritu o planteamiento de Castillo es que todos los que se presenten a la universidad ingresen, la UNI tendría que aceptar el ingreso de los más de 8,500 postulantes y el resultado lógico será que no habría aulas apropiadas para este incremento, ni catedráticos que puedan enseñar adecuadamente y el nivel de educación y prestigio de los ingenieros egresados, bajará considerablemente.

Es como si un barco de transporte de carga esté diseñado para una capacidad de 3 mil toneladas con 15 tripulantes capacitados y se les obligue por decreto que a partir de mañana tengan que transportar 8,500 toneladas; el resultado lógico será que el barco naufragará.

Es plausible que en el país logremos universidades mejores y con mayor capacidad, pero esto hay que realizarlo con un determinado y apropiado programa, de tal manera que en el corto tiempo se tenga un mayor número de estudiantes a graduarse en universidades e institutos tecnológicos, con infraestructuras apropiadas y sobre todo con catedráticos con una sólida formación.

Inclusive, la Sunedu ha tenido la misión de analizar la calidad de las universidades, dando énfasis en la experiencia, formación y nivel de educación de sus profesores, así como sus áreas, la calidad de los laboratorios y aforo de alumnos. Esta institución decidió cerrar inicialmente 48 universidades por no encontrarlas apropiadas y a muchas otras les exigió el mejoramiento de su infraestructura, laboratorios, aforo de alumnos y calidad de docentes.

Se pudo apreciar que las universidades del país y sobre todo las que tenían pocos años de funcionamiento, no operaban con la eficiencia mínima necesaria y dentro de este panorama, no es coherente ni apropiado el libre ingreso a cualquier universidad sin pasar un examen previo, tal como lo propone el presidente Castillo. Esta propuesta no es realizable, produciría un claro deterioro de la calidad educativa universitaria del país.

Imposible no referirme al inaceptable maltrato y continuo descabezamiento de la Policía Nacional - PNP por parte del Gobierno, produciendo innecesariamente el quebrantamiento de su operatividad y misión de mantener el orden interno.

Finalmente, necesitamos más universidades e institutos tecnológicos eficientes y de esa manera lograremos tener mayor cantidad y mejores profesionales, descartando la inviable propuesta de libre ingreso.

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