ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Inocencia interrumpida

Imagen
Fecha Publicación: 07/03/2020 - 22:00
Escucha esta nota

Esta semana el Perú se conmocionó con el asesinato de Camilita, una niña de 4 años que fue asesinada por un menor de 15 años. El hecho visibilizó una realidad que no queremos ver y reveló cifras de espanto que dejó mudas a las autoridades que no habían visto el problema en su real dimensión.

En el Perú el responsable de elaborar políticas públicas sobre estos problemas es el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Allí se crearon los Centro de Emergencia Mujer (CEM) que son servicios públicos especializados y gratuitos para victimas de violencia familiar y sexual donde se brinda orientación legal, defensa judicial y consejería psicológica.

De acuerdo a las estadísticas del CEM, en el 2019 se atendieron 181,885 casos de violencia de diferentes tipos (psicológica, física, económica y sexual). Aunque todos los tipos de violencia son imperdonables, ha sido muy doloroso encontrar 18,044 casos por violación sexual, de los cuales 12,364 fueron a menores de 18 años y dentro de estos 4,483 fueron a menores de 12 años. Estas cifras son indicadores de una sociedad que está olvidada y enferma y que necesita una atención en salud mental de manera urgente.

Pero este caso también ha dejado a la población con una sensación de injusticia muy grande. Y es que el asesino, por ser un adolescente de 15 años de acuerdo al Código Familiar y del Menor, a pesar que secuestró, violó y asesinó a la niña de 4 años, no es considerado como criminal sino infractor y su sanción será socioeducativa de 6 a 8 años de internamiento probablemente en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, conocido como Maranguita. Las autoridades dicen que la razón de esta sanción tan injusta es que el Código Familiar y del Menor fue elaborado bajo la Convención de Viena y otros tratados internacionales que protegen al niño y al adolescente.

Lo que no dicen es que la intención de estos tratados es proteger al niño y adolescente cuando es inocente aún, no de proteger al perpetrador de un asesinato y una violación. Quienes hicieron esta interpretación lo hicieron con sesgo político una vez más y una vez más se lo permitimos. Hay cosas que no se olvidan ni se perdonan y esta es una de ellas, así que vamos a exigirle al gobierno de turno que actúe, se olvide de los cálculos políticos y corrija lo que tiene que corregir. Necesitamos que se preocupe antes de que veamos más niños violados y asesinados, necesitamos que se preocupe más que por un virus que todavía no tiene cura pero que ha opacado el grito de miles de niños que claman desesperados por ayuda.

@sandrostapleton

Puedes encontrar más contenido como este siguiéndonos en nuestras redes sociales de Facebook y Twitter.