Institucionalidad democrática es respaldar la rendición de cuentas
Se anuncia la llegada de una delegación “de alto nivel” de parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), a tierras peruanas a fin de evaluar la situación política del país, en razón del pedido del Gobierno de Pedro Castillo de que se active la Carta Democrática Interamericana, porque según su versión existe el peligro de alterarse el Orden Constitucional vía golpe de Estado. ¿Qué decir al respecto? Haciendo ejercicio de mi libertad de opinión, estimo correcto que la OEA venga in situ al Perú y se haga su propio juicio de la crisis política que atravesamos y sus verdaderas causas que hacen ver deslegitimado a una gestión que en tan poco tiempo de administración ha socavado el aparato estatal con nombramientos en cargos de decisión y manejo de recursos públicos a personas con dudosa hoja de vida, pese a constantes advertencias de entidades fiscalizadoras como la Contraloría General y la Defensoría del Pueblo, además de los delicados indicios de corrupción que el órgano constitucional persecutor del delito, el Ministerio Público, autónomo del poder político, que ha recibido por su trabajo el espaldarazo de sus pares dentro y fuera del Perú, presume habría incurrido el presidente Castillo, sus altos funcionarios y entorno familiar.
Enhorabuena que venga la OEA para que recoja todas las voces, todas las versiones de los representantes de los otros poderes públicos, la sociedad civil organizada, la prensa, personalidades de todos los sectores socio-políticos y de la propia Fiscalía de la Nación, que tendrá oportunidad de mostrar los hallazgos penales de su investigación, verificables si se le deja actuar sin entorpecimientos ni injerencias. La OEA no podía quedarse a la distancia con la versión de parte de un gobierno cuestionado cuyas investigaciones pretendiera rehuir escudándose en la famosa Carta Democrática Interamericana, hechos objetivos muy delicados que atentan contra la lucha anticorrupción, bandera mundial recogida por tratados internacionales e insertadas por los países en sus políticas públicas las que trascienden a los gobiernos.
Señores de la OEA, se espera de ustedes IMPARCIALIDAD y OBJETIVIDAD, la corrupción es una sola y viene de izquierdas o derechas, nefasta para la paz social, exacerba la desigualdad social, postra en la pobreza a millones de personas al desviarse el dinero de los impuestos destinado a cerrar las brechas de inequidad para parar a los bolsillos de inescrupulosos que ven al Estado como un botín de guerra que repartirse. Ninguna autoridad o poder es inmune a ser investigado, porque eso es lo que concretamente pide el Ministerio Público respecto del jefe del Estado y altos funcionarios aforados, avanzar con las investigaciones, preservar las pruebas. La institucionalidad democrática que su propia Carta dispone preservar, defender, pasa por escuchar a todos/as sin excepción, pasa por respetar la autonomía de sus entes u organismos, en la medida en que actúen en el marco de sus competencias y pasa por respaldar la “rendición de cuentas” de las autoridades.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.