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Investigue al Presidente, fiscal Pablo Sánchez

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Fecha Publicación: 30/03/2022 - 23:00
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Zoraida Ávalos, la parcializada y cuestionada ahora ex Fiscal de la Nación, es culpable directa de que Pedro Castillo siga ejerciendo la presidencia de la República, pese a existir un universo de indicios, sospechas e imputaciones sobre su accionar como jefe del Estado, relacionadas fundamentalmente a la corrupción. En cualquier gobierno de corte democrático, tales sospechas bastarían para que el poder Legislativo solicite a la Junta Nacional de Justicia JNJ que exija al Fiscal de la Nación investigar al presidente durante el periodo de su mandato –facultad que no impide la Constitución- respecto al nauseabundo antro de Sarratea. Recordemos que acá, por intereses creados en el Ministerio Público por una sospechosa ex Fiscal de la Nación, como Zoraida Ávalos, esta entidad no investigará a Castillo “mientras no concluya su mandato”. Resolución que facilita la desaparición de pruebas y alteración del escenario del crimen por parte del presidente. Pongamos las cosas en perspectiva. A Pablo Sánchez, ex Fiscal de la Nación, lo reemplazó la tendenciosa Zoraida Ávalos. No obstante, hoy Sánchez vuelve al cargo porque, de los seis miembros de la Junta de Fiscales Supremos, sólo quedan él y Ávalos.

¡Los cuatro restantes, menos la dupla Ávalos/Sánchez, fueron destituidos! Aquello demuestra que la reforma constitucional impuesta por el miserable Vizcarra fue una trampa. Si Sánchez rehusase a abrirle investigación a Castillo, reconozcamos que ya somos un Estado fallido. Entre tanto, la fiscal anticorrupción Karla Zecenarro, encargada del affaire Sarratea, ha elevado un informe al Fiscal de la Nación “respecto a los hechos vinculados al presidente de la República, Pedro Castillo, y al entonces ministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva, por su calidad de altos funcionarios.” La información publicada ayer por EXPRESO no puede ser más elocuente respecto a los -hoy irrebatibles- vínculos de Castillo con el clan de Sarratea. Esto obliga a Pablo Sánchez a quitarse el cepo politizado que le impuso el caviarismo, y a desempeñarse como manda su condición de máxima autoridad del país para la persecución del crimen. Caso contrario, más temprano que tarde él acabará acusado ante la Justicia por complicidad y omisión de funciones.

¡Recuerde, Fiscal Sánchez, que Perú es uno de los países más corruptos del mundo! No lo dice este escriba. Lo reconoce el planeta entero. Y por encima de todo, su gente se siente asqueada y se considera humillada porque una autoridad, como la ex Fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, alentó descarada y criminalmente la impunidad de varios ex mandatarios involucrados en capítulos de corrupción -como Martín Vizcarra y hoy Pedro Castillo- poniéndose de espaldas a la realidad para salvarles el pellejo y salvar el suyo. ¡Es un escándalo, Fiscal Sánchez! Usted está obligado –aunque sería mucho más reconfortante para esta ciudadanía ofendida que lo hiciese por propia iniciativa- a someter de inmediato a investigación fiscal al jefe del Estado, Castillo Terrones; y a esa mafia que le acompaña en este nuevo asalto al Estado. No hacerlo exacerbará, todavía más, la indignación y provocará mayor furia, generándose una incontrolable pendencia entre nuestra población.

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