Izquierda, abogada de Castillo
Michelle Bachelet, de la izquierda chilena, es Alta Comisionada de Naciones Unidas para Derechos Humanos y otros. De ella dependen burócratas como Mary Lawlor, Relatora Especial sobre la Situación de los Defensores de los Derechos Humanos y... el inefable Diego Garcia Sayán, como “Relator Especial sobre la Independencia de los Jueces y Fiscales” (¿?), quien durante años participó activamente en un partido ligado a la izquierda radical peruana; también como ministro de Justicia del corrupto Alejandro Toledo tramando “comisiones” avaladas por un clérigo socialista para liberar a miles de terroristas; y consolidando los nefastos acuerdos de una comisión de la verdad, integrada básicamente por la izquierda criolla.
Coincidentemente, resulta que la ONU ha dado un plazo de 60 días al gobierno peruano para que revele el nombre de “los responsables de la muerte de 60 personas”, durante las cruentas protestas ensambladas por la izquierda peruana contra el gobierno constitucional de Dina Boluarte, y a favor del golpista, corrupto, ladrón, embustero profesional, Pedro Castillo. Vale decir, el broche de oro para cerrar el círculo zurdo latinoamericano (Cuba, Brasil, Venezuela, Nicaragua, Argentina, Bolivia, Chile, Colombia), patrocinado en paralelo por las izquierdas mundiales que perseveran, desesperadamente por librarse del gobierno democrático peruano, para reincorporar a la presidencia del país al cleptómano, mitómano, corrompido y golpista Castillo.
Evidentemente existe un putsch internacional comunista para traerse abajo al gobierno peruano, con el propósito de convertir a toda América Latina en un solo territorio liderado por Cuba, México, Brasil, Venezuela, Nicaragua, Argentina, Bolivia, Chile y Perú. Y, paralelamente, Pedro Castillo contrata a costosísimos abogados, tanto locales como extranjeros (recientemente se ha sumado al grupo Raúl Zaffaroni, ex juez de la CIDH, que antes presidiera Garcia Sayán), y Guido Croxatto, asimismo argentino. Semejante panel abogadil demanda un presupuesto millonario.
¿Quién paga esto? ¡La izquierda internacional! Pocas veces se ha visto en la historia a un expresidente con cero pergaminos culturales, con su tesis magisterial plagiada, denunciado por la Fiscalía peruana mediante setenta carpetas relativas a sendas corruptelas, aparte de la denuncia constitucional por golpista, crimen que las democracias mundiales repelen ejemplarmente. ¡Porque, amable lector, tradicionalmente los golpistas han sido vilipendiados con fiereza por todo gobierno demócrata del orbe!
Obviamente Castillo también ha recurrido a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH, demandando no solo su libertad sino, además, su reposición en la presidencia de la República, alegando que “el gobierno usurpador de Boluarte ha violado mis derechos políticos.”
Indigna que la comunidad izquierdista internacional ataque al Estado peruano –gobernado por un régimen democrático, designado siguiendo fielmente el ordenamiento constitucional– y, en simultáneo, encubra, aliente y promueva a un sicario del comunismo. Un sujeto culpable –¡de ninguna forma víctima!– de la inmensa crisis sociopolítica que desató acá, respaldado por las izquierdas en contubernio con sendero luminoso y que, inclusive ahora, encontrándose apresado por orden de la Fiscalía y la Corte Suprema como responsable de provocar un golpe de Estado, y como líder de una organización criminal autora de corruptelas en serie, insiste en seguir profundizando la crisis, apoyado por los rojos.
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