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Janet Tello, o cómo manipular a los jueces

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Fecha Publicación: 05/06/2025 - 23:00
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Como si no le bastara aplicar normas derogadas en sus sentencias —lo cual ya dice mucho de quien dirige ocasionalmente la Justicia en el Perú— y/o enviar a algún habitáculo al capellán del Poder Judicial, a quien expectoró del espacio asignado para sus labores desde hacía décadas, ahora la presidenta de la Corte Suprema, Janet Tello, públicamente adelanta su opinión sobre un caso en el cual tiene interés. Analicémoslo.
A través de las redes de comunicación de la institución a su cargo, Tello desinforma a los jueces, confirmándoles la admisión a demanda de un amparo interpuesto por la ONG IDL —cuyo dueño es Gustavo Gorriti Ellenboghen— contra una reciente norma aprobada por el Congreso y promulgada por el Ejecutivo.
Porque, sutilmente, en el texto que Tello envía a sus subordinados de la institución a su cargo, usa el amañado término “ley anti ONG”, en lugar de asignarle el título oficial bajo el cual esta fue aprobada. Hablamos, pues, del peligroso sometimiento de Tello hacia la narrativa caviar, al reproducir sus instrucciones como si correspondieran a alguna posición institucional. Porque, tratándose de una comunicación interna formal, en su carácter de máxima autoridad del Poder Judicial, Tello debió precisarles que “se trata de la norma que ha sido debidamente aprobada por el Poder Legislativo y promulgada por el Poder Ejecutivo bajo el título Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de las Organizaciones No Gubernamentales y Organizaciones Sociales Sin Fines de Lucro”. Hasta allí se le ve el fustán caviar a esta coleguita de los conocidos invasores de nuestro sistema judicial, liderados por el inefable Gustavo Gorriti Ellenboghen.
Evidentemente, hablamos de una imperdonable conducta de quien está conminada a dirigir nuestro máximo tribunal de Justicia con absoluta independencia, además de sólido criterio procesal y constitucional; amparada exclusivamente en el Estado de Derecho que impone la Carta Magna. No obstante, a Tello —como a los caviares y otros más— no se les mueve un pelo haciendo de las suyas. En este caso, intentando soslayar la norma aprobada para “Fiscalizar y Regular la Actuación y el Financiamiento de las Organizaciones No Gubernamentales y Organizaciones Sociales Sin Fines de Lucro”, incurriendo en otra trampa para someterlo a usted, amable lector, a sus intereses y continuar manipulando nuestro nefasto sistema de Justicia —Ministerio Público y Poder Judicial— autoconcediéndose el privilegio abominable de administrar justicia (con minúscula) en perjuicio de millones de peruanos.
No, señora Tello. Usted no debe manipular al ciudadano ni apelar a subterfugios alterando los hechos alegremente, como dirigirse a sus dependientes con terminología sesgada y perversas pretensiones incorporadas, llamándole “ley anti ONG” a aquella norma que lleva oficialmente el título que hemos mencionado. Y no venga usted a decirnos que lo hace “por economía del lenguaje”; porque la primera directiva para apelar a ese recurso es “claridad y precisión”; no contracción y deformación, como hace usted, al desfigurar la idea anteponiendo el término “anti” con imperdonable intencionalidad.
¡¡Mientras nuestra Justicia continúe en poder de la mafia caviar, Perú seguirá desangrándose!!

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