Joe Biden renunciará inexorablemente
Realmente no le veo aguante al presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, para resistir la avalancha de presiones que lo lleve a renunciar a la reelección, una aspiración legítima, por supuesto.
El pánico partidario por estos días se acrecienta más aun ante la indetenible alza del expresidente republicano Donald Trump. El reciente anuncio de la Casa Blanca de que Joe Biden había dado positivo a la Covid-19, me pareció una inmejorable circunstancia para los demócratas en la idea de crear el contexto de una eventual renuncia.
El signo que confirmaría mi hipótesis es que el propio Biden salió a decir que, en caso apareciera una enfermedad que redujera o minimizara su estado de salud, podría evaluar la referida renuncia.
En las últimas horas el expresidente Barack Obama (2009-2017), uno de los actores políticos de mayor peso en el partido demócrata, ha expresado abiertamente que Biden debería reconsiderar su candidatura debido a su trágica desventaja puesta en evidencia en las encuestas que, luego del atentado que sufriera Trump en Pensilvania, ha llevado al magnate neoyorquino hasta las estrellas, una posición francamente inalcanzable por su alicaído rival.
Creo que Biden ni siquiera llegará a la Convención Nacional Demócrata prevista para la tercera semana de agosto, en cuyo seno se teje maduramente la intención de adelantarla.
No hay ninguna señal real que sostenga a Biden resistiendo estoicamente contra Trump camino hacia el próximo mes de noviembre en que se realizará las elecciones y que, considerando su longevidad, es lo mismo que faltara mucho tiempo, desesperando a todos los demócratas.
Las elecciones en los Estados Unidos siempre han sido reñidas y el ala dura de los demócratas parece no estar dispuesto a renunciar, por lo menos a la contienda, aunque ello signifique morir en el campo de batalla electoral.
Frente a las presiones de todo calibre, el destino que veo para Biden es que tirará la toalla o la lanzarán por él, y en ese marco, ya deben estar alistándose las eventuales precandidaturas de la que deberá emerger aquella que enfrente al poderoso Trump, pero ese es otro capítulo que tendremos que analizar en su momento. Es lo que veo desde el realismo político estadounidense.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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