José Salardi: Una apuesta clave para la economía peruana

La reciente designación de José Salardi como ministro de Economía y Finanzas puede marcar un giro significativo en la gestión económica del Perú. Con un déficit fiscal que supera las expectativas y un panorama económico complejo, Salardi asume un cargo clave con la premisa de tomar medidas firmes para corregir el rumbo. Su experiencia, forjada en varios sectores del gobierno, le otorga una perspectiva única para abordar los retos que hoy enfrenta la economía nacional.
Salardi proviene de un sector donde la acción concreta es el motor del progreso. Como director de Proinversión, no solo se encargó de promover la inversión en el país, sino de materializarla. Su trabajo allí mostró un enfoque pragmático, buscando no solo atraer recursos, sino también asegurando que esos recursos se canalicen de manera efectiva hacia proyectos de desarrollo.
Posteriormente, como ministro de la Producción durante el gobierno del nefasto Martín Vizcarra, Salardi tuvo la tarea titánica de reactivar una economía afectada por la crisis del 2020. Pero su desafío más grande está por venir.
En su nuevo rol, Salardi debe hacer frente a un Congreso populista, empoderado y con fuertes acusaciones criminales, justo cuando el Ejecutivo se encuentra en el último tramo de gobierno y con una presidenta de la República preocupada más en aspectos triviales que en la estabilidad del país. Así, el ministro no solo tendrá que lidiar con un entorno político polarizado, sino, además, con la urgente necesidad de restaurar algo que se ha perdido en los últimos años: la independencia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Es innegable que el MEF, en las últimas gestiones, ha perdido su rol como guardián de la estabilidad económica. En este contexto, Salardi tiene la responsabilidad de devolverle al MEF el prestigio que alguna vez tuvo: autoridad. El desafío no es menor, pero la experiencia de Salardi podría ser la clave para lograrlo.
El hito está claro. Salardi deberá decir no muchas veces para cerrar la brecha fiscal del país. Es aquí donde su experiencia en el Organismo Técnico de Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS) juega un papel crucial. En OTASS, Salardi tuvo que enfrentarse a los intereses políticos que se cruzaban con la necesidad de garantizar servicios básicos como el agua y el saneamiento para millones de peruanos. Esta capacidad para actuar de manera decidida y pragmática será importante.
La situación económica del Perú es preocupante. Sin embargo, el país aún posee una gran fortaleza macroeconómica que Salardi deberá proteger a toda costa. La independencia del MEF, la reactivación del sector privado y la modernización del sistema tributario son pilares esenciales para asegurar que el Perú siga siendo un destino atractivo para los inversionistas internacionales.
José Salardi ha dado los primeros pasos de manera acertada al hacer un llamado al sector privado, demandando que lo acompañe en este proceso, pues la reactivación económica no es tarea de un solo actor, sino de todos los que creemos en el potencial de nuestra economía. De absolutamente todos, hasta de la inquilina de Palacio de Gobierno.

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