Kissinger y educación internacional

Henry Kissinger era no solo un político, sino un intelectual de relieve mundial. Nació en Baviera, donde recibió su educación hasta los 15 años. Más tarde se formó profesionalmente en los Estados Unidos de América. Yo igualmente nací en Baviera, y me formé en América en la parte sur, en el Perú en el que se aprende mucho, y luego en varios países de Europa en que completé mi formación humanista. Con Kissinger coincidimos en varios eventos en distintas partes del mundo.

El mayor o mejor conocimiento nos hace más libres. Esto es importante especialmente en circunstancias de que la sociedad está invadida de información, que no siempre es verdadera. Para poder evitar ser influenciados de manera negativa, es necesario una adecuada formación. Esta empieza por el hogar. La familia es el primer soporte de la educación. Luego viene lo que se recibe, de modo sistemático y profesionalmente impartido, en los colegios y otros centros de formación escolar y más adelante profesional. Lo ideal es seguir este camino con una formación dual; es decir, que el ejercicio de un oficio o trabajo esté acompañado de una especialización impartida desde un centro de formación.

En cualquier profesión es necesaria una base humanista, la que sustenta la necesidad de que en cada profesión se debe de tener al Ser Humano como fin y medio de toda actividad. Es decir, el eje debe estar constituido de personas libres y justas que puedan sentirse orgullosas de lo que somos, donde gocemos de estándares propios de una vida digna.

La igualdad de oportunidades debe ser una realidad nacional. A una educación con niveles de excelencia deben de tener acceso todos, sin distinción alguna. Es decir, la meta debe estar en una educación inclusiva que promueva la solidaridad.

La participación familiar y comunitaria es importante. Estimulan la participación activa, la acción de creatividad e innovación. Buen ejercicio de la libertad y autonomía a niveles altos de confianza entre personas y hacia el gobierno o sus representantes, hace sólido el sistema democrático.

Poco sirve enseñarle a un joven una fórmula química compleja si este no la va a usar en su vida. Debemos proporcionarle información sobre lo que va a tener sentido para que pueda desarrollar proyectos útiles para él y también a la comunidad nacional como en la sociedad internacional. Reforcemos la cooperación internacional para implementar una política de Educación en nuestro país que haga a los peruanos competitivos a nivel internacional y menos dependientes de una ideologización que amenaza los valores democráticos.

El conocimiento no tiene límites geográficos. Por ello es necesario hacer un ejercicio diplomático para auscultar los sistemas de educación que han tenido mayor éxito en el mundo. Para desarrollar en el Perú una educación que nos lleve a la exigencia de un país moderno y competitivo en el mundo. El mejor conocimiento nos emancipa y fortalece nuestra capacidad de interacción con otros países

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