La ansiedad, un llamado a la acción

La ansiedad nos dice dos cosas frente a una situación: primero “que hay una mínima posibilidad de que te puede ir bien” sintiendo palpitaciones y ese nerviosismo de emoción ante una situación que tanto esperabas, pero también nos advierte y nos dice : “cuídate del fracaso”, gritándonos “¡existe una gran posibilidad que nos pueda ir mal otra vez!”. Y aquí es donde tenemos que aprender cómo nos habla el cuerpo hacia la acción, por ello es el sentido de esta columna hoy, que es: El reconocimiento de las señales que nos da el cuerpo ante una situación de trauma, bloqueo o apertura hacia algo nuevo.

Este trastorno está abarcando hoy hasta en los niños luego de la pandemia, por problemas familiares o de los padres, donde estuvieron muy expuestos, quedando huellas en ellos, siendo a veces muy impactados. Para mí este tema me conmueve mucho e insto a los padres a tener espacios de recreación conjunta con sus hijos, a darles menos automatización con los móviles y más interacción consciente. También en las escuelas que lleven las mismas acciones de ayuda a los niños, con talleres que les den a ellos herramientas de tranquilidad y balance, en cuanto al trastorno de la ansiedad ya perpetrada, desde esta época en tan temprana edad. Por ello debe ejecutarse acciones de recuperación de la forma más saludable como con prácticas de yoga, meditación, juegos en conciencia o enfocados y terapias psicológicas para la ver la causa de esta gran llamada de atención que nos da la ansiedad.

La ansiedad es tener demasiado miedo sin contar con las herramientas necesarias para saber cómo manejarlo, con esa sensación de sudoración, palpitación, insomnio, hasta llegar a ataque de pánico, por causa de traumas en muchos casos que no hemos trabajado, desde el momento que sucedieron, como el exceso de preocupación hacia algo que nos desborda, pasando los límites de lo que se puede manejar, dejándonos con alteraciones en la alimentación, asociándose con angustia y depresión, aprendiendo así el cuerpo a tener estas emociones, siendo que algunas personas se preocupan incluso por pequeñas cosas.

Otras personas tienen un trastorno de ansiedad social, les preocupa hacer o decir algo equivocado y avergonzarse frente a los demás.

La ansiedad puede causar síntomas físicos como latidos cardíacos rápidos y sudor en las manos. Puede hacer que tengas que limitar sus actividades y puede hacer que le sea difícil disfrutar de la vida.

Puntos claves

• Los pensamientos negativos pueden aumentar su preocupación o su miedo, lleva acciones para identificarlos y cámbialos por pensamientos positivos.
• La terapia cognitiva, la práctica de meditación y yoga, va a enseñarles a reemplazar los pensamientos negativos con pensamientos acertados y conscientes
• Cambiando tu forma de pensar te llevará un tiempo, pero con la practica junto la práctica de yoga te ayudará a pensar en forma saludable todos los días y después de un tiempo, el pensamiento saludable le surgirá naturalmente.

Te invito que tengas tras estas líneas, un espacio de sanación, para un real cambio a lo que estás viviendo desde la ansiedad junto con emociones destructivas para ti, es hora de tomar decisiones de lo que estás eligiendo en tu vida en todo aspecto y la de nuestros hijos, es un gran llamado a la acción, la sanación y al cambio.

“El fin es conocernos y mejorar nuestros estados emocionales saludablemente.

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