La asamblea constituyente es una bobada
Todavía no puede definirse cómo será el orden mundial post coronavirus e irónicamente, desde el 2016, el Perú profundo está en Palacio (presidencia) por boba acción de la derecha más que por méritos propios del Perú profundo.
Significa que de la contienda puramente política, se está pasando a la contienda estructural pues la marcha de la nación cada vez depende menos de Lima y más de provincia, especialmente de los centros petroleros, mineros y gasíferos y pronto entrará en acción el agro tradicional actualmente traicionado.
En esta situación mundial y nacional, la Ley no tiene primacía sino la realidad o en términos jurídicos la legitimidad prima sobre la legalidad.
Significa que la Constitución no es una urgencia; pues, a falta de una, en el Perú hay 2: la legítima Constitución de 1979 de Haya de La Torre promulgada por Fernando Belaunde y la Constitución delincuencial de Fujimori de 1993 que permite la ocupación territorial y financiera del país.
Es decir, tiene primacia la realidad nacional sobre la Constitución, sea la de Haya de la Torre o Fujimori. Aquí todavía no se bosqueja qué será o cómo será el Perú profundo constituido en PODER total.
La Asamblea Constituyente es idiota preocupación política del momento. Lo único sensato es restablecer la Constitución de 1979.
En principio, la Ley es siempre secundaria. Al respecto, hay un concepto admitido que dice que en política vale la persona y no el papel escrito: si el hombre es bueno, gobierna bien hasta con la peor Constitución y, si es malo, gobierna mal con la mejor Constitución.
Únicamente, cuando la Derecha traidora o el Perú alienígena esté totalmente derrotado, recién cabe una Constitución que consagre el orden social y jurídico del Perú profundo y que su gobierno sea fuerte que asegure la construcción del Perú; es decir, tras la victoria viene el orden, la disciplina y la severidad del pueblo peruano para convertirse en potencia mundial, para lo cual tenemos de sobra recursos materiales, la historia de casi 500 años de lucha y el rango de pueblo creador de civilización.
No es tiempo de asambleas constituyentes sino liquidar a la minería delincuente si es que no acepta incluir en su cadena de valor a las comunidades y entregar ahora por lo menos el 20% del mineral extraído en el 2021.
Ya que se puso en funcionamiento la nueva refinería de Talara, corresponde al presidente Castillo más definición: derogar la RM-372 devolviendo su trocha a los comuneros y liberar a los presos sociales.
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