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La bolivianización del Perú

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Fecha Publicación: 23/03/2023 - 22:00
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El proyecto de bolivianización del Perú significa la destrucción de nuestro país, o el sueño socialista con un monstruo. Se trata de un proyecto integral, que es teoría y práctica. Álvaro García Linera es el teórico político y Evo Morales Ayma es el político práctico de la secesión del Perú, y hasta de la propia Bolivia, para dar paso a la construcción de una cierta república pluricultural compuesta por aproximadamente un centenar de naciones, entre ambos países. García Linera es autor de varios trabajos intelectuales.

Entre ellos, tenemos ¿Qué es una revolución? y otros ensayos reunidos, Posneoliberalismo. Tensiones y complejidades, Democracia, Estado y revolución, Forma valor y forma comunidad, y, en coautoría con Iñigo Torrejón, Qué horizonte. Hegemonía, Estado y revolución democrática. En Bolivia, el MAS llega y conserva el poder recurriendo a las narrativas de la antropología y de la historia.

Se trata de un discurso absolutamente hegemónico. García Linera es un poncho rojo de la academia y, con el tiempo, Morales Ayma ha ido perfeccionando su estrategia insurreccional. En sus inicios, este proyecto se presentó bajo la apariencia de una protesta social por los impuestos, en el tiempo del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.

Pero, en cuanto pudo, Morales Ayma organizó el estado mayor del pueblo, y hacía y decía casi exactamente lo mismo que se hace y dice hoy en el Perú altiplánico. En Bolivia, pasaron de pedir referéndum para el gas, a pedir referéndum por la asamblea constituyente. Sánchez de Lozada fue el presidente boliviano de lo que sería hoy la derecha boba, que amnistió a Morales Ayma, y hasta anunció tal referéndum, pero igual terminó renunciando por la muerte de setenta personas en la protesta social.

La marcha hacia Lima también imita la marcha hacia La Paz, que, en ese caso, al existir una sola entrada a la ciudad sí lograron desestabilizarla y tomarla. Hasta la quema y apaleamiento de policías, y los incendios de instituciones públicas y de casas de autoridades y líderes de oposición es una copia.

En puridad, la protesta social del sur andino del Perú es regional, pero también supranacional. Morales Ayma fue dirigente en Chapare, que es el equivalente al Vraem peruano, y ya como presidente expulsó a la Drug Enforcement Administration, popularizada por su sigla como DEA.

A los bolivianos García Linera y Morales Ayma, se suman el cubano Carlos Zamora Rodríguez, conocido como el Gallo, y su cónyuge, quienes, como hoy en Perú, también acompañaron la insurrección boliviana como coroneles de inteligencia encubiertos como diplomáticos.

Las ideas y el elenco de lo que hoy es el proyecto de bolivianización del Perú es el mismo de hace veinte años. Por supuesto, el proyecto ha ido reclutando agentes, sobre todo entre hombres de izquierda y resentidos sociales, entre estos al propio expresidente peruano Pedro Castillo.

La bolivianización del Perú implica la expansión territorial del Estado boliviano, a condición de la fractura de nuestro territorio. Es una geopolítica de izquierda, o una guerra política, no convencional, sino narrativa e insurreccional. Por estos días, la caída del paradigma económico boliviano equivale a la caída de un mito de la bolivianización.

Asimismo, Bolivia ha transitado de la nacionalización del gas a la actual importación de hidrocarburos, y del Estado proteccionista al hurto de los fondos de pensiones de sus ciudadanos. Es así: el proyecto del Estado socialista y pluricultural, y de la bolivianización del Perú, se está financiando con el robo del futuro a los bolivianos.

El actual proyecto de bolivianización del Perú es sucedáneo del proyecto Federación de los Andes, de 1826, y de los diversos proyectos del Estado panandino que acompañan la historia republicana de Bolivia.

La comparación entre los procesos culturales y políticos, incluso de andinización, de Perú y Bolivia deben hacerse por la lógica de la máxima diferencia. Mientras que la Bolivia socialista y pluricultural ha producido una ley que prohíbe autorreconocerse como mestizo, el Perú construye su mestizaje, y hasta su andinización, en sus relatos más clásicos y en sus formas sociales de la migración, de la choledad y hasta de individuación social. La bolivianización del Perú es el sueño de los socialistas García Linera y Morales Ayma con un monstruo.

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