La CAF, el banco de Maduro
Mientras el BID, presidido por el colombiano Luis Alberto Moreno, ha procedido correctamente al separar del directorio al representante del gobierno de Maduro, reemplazándolo por el economista Ricardo Hausman, propuesto por el presidente Juan Guaidó, la CAF, presidida por el ex ministro peruano Luis Carranza, no solo mantiene en su puesto al delegado de la dictadura sino que otorga generosos créditos al régimen chavista.
En esa línea, en diciembre del 2018 otorgaron a Venezuela un préstamo de 500 millones de dólares y un año antes 400 millones, sumas adicionales a los 3,300 millones que les ha facilitado esa institución y que son parte de los 157,724 millones de la cartera global de empréstitos de Venezuela.
La CAF, pues, oficia de punto de apoyo, de palanca financiera, de balón de oxígeno, a una dictadura corrupta y genocida, afectando importantes decisiones del Grupo de Lima (GP) orientadas a la recuperación de la democracia en la patria del Libertador. Por esa razón, el GL en su declaración de 2019 acordó “evaluar con criterio restrictivo el otorgamiento de prestamos al régimen de Nicolás Maduro en los organismos financieros internacionales y regionales de los que son parte".
La CAF, sin embargo, ha hecho todo lo contrario, con el agravante de aprobar un crédito no autorizado por la Asamblea Legislativa, como obliga la Constitución Bolivariana.
Para explicar esta incoherencia, la viceministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Adriana Mejia, sostuvo que su país, Argentina y Brasil votaron en contra, pero el empréstito de 500 millones de dólares fue autorizado porque varios miembros del GL “no votaron y esa ausencia ayudó a la aprobación". Sorprende ( y alarma ) que uno de los países que se abstuvo fue el Perú, representado por su ministro de Economía, Carlos Oliva.
Dentro de este contexto, la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional sostuvo, a través de su vocero, diputado Angel Alvarado, que "Esta es una donación que la CAF ha hecho a Maduro. Ellos deben revisar el crédito por una cuestión de reputación. Este es el único organismo internacional que está financiando una dictadura".
El presidente Vizcarra, en consecuencia, tiene el deber de ordenar que su ministro de Economía demande la separación del directorio del delegado de Maduro y su reemplazo por un funcionario designado por el presidente Guiadó.
Y es que, sencillamente, resulta inaceptable que el propio Poder Ejecutivo afecte el esfuerzo diplomático de una cancillería comprometida con valores y principios democráticos y es también es lamentable que esta anomalía suceda cuando preside la CAF nuestro compatriota Luis Carranza, que en su momento tuvo un alto desempeño como ministro de Economía y Finanzas.
