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La calle lo hizo

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Fecha Publicación: 07/04/2022 - 22:40
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La “Inmovilización Social Obligatoria” o comúnmente llamada “Toque de Queda”, decretada por el Gobierno de Pedro Castillo para Lima y Callao el 5 de abril, fue la gota que rebasó el vaso de agua de la poca o cero tolerancia que existía hacia la gestión que desde sus inicios no termina de salir de una crisis (generada por ellos mismos) para entrar en otra, con la consiguiente inestabilidad política. Disponer el encierro de más de 10 millones de peruanos en el manejo de protestas sociales, sin haber motivado las razones de fuerza mayor debidamente sustentadas que obligue a tomar dicha medida de forma inminente al no existir otra en su lugar, en “opinión” de esta columnista, es propio de las dictaduras, de ahí que recibiera el rechazo y condena cuasi generalizado de la ciudadanía, constitucionalistas y representantes de otros organismos públicos, por lo cual el grueso de la población en la práctica se declaró en “desobediencia civil”.

La indignación popular fue “in crescendo” a medida que se iba tomando conocimiento del “Toque de Queda”, en virtud que fue anunciada casi al rayar la medianoche por el jefe del Estado en Mensaje a la Nación, alcanzando su pico en horas de la tarde en una multitudinaria “Marcha” por las principales calles del Cercado de Lima y la Plaza San Martín, cuyas imágenes sin editar tomadas de drones, dan cuenta de un mar humano que cubrió avenidas completas de gente de todas las edades, en abierto rechazo a la imposición de tener que permanecer encerrados en sus hogares. No me pronunciaré de los vándalos claramente infiltrados para deslegitimar la protesta ciudadana, eso está en manos de la Fiscalía y ellos habrán de individualizar a los responsables. La calle se había pronunciado y aunque el Gobierno pretenda negarlo, el clamor popular le obligó a recular en su cuestionada medida. Sin ninguna duda “La calle lo hizo”.

No obstante, así la norma caducara el día de su vigencia por disponerlo su texto, el tema reviste gravedad y en una democracia no es posible pasarlo por alto, porque de hacerlo se estaría legitimando a decir por los conocedores, una medida arbitraria, desproporcionada, no motivada (con sustento corroborable), que afectaba la libre circulación, tránsito, trabajo, educación, alimentación, inviolabilidad del domicilio, entre otros, reconocidos como “Derechos Fundamentales de las Personas” en nuestra Constitución, los que son INVIOLABLES, imprescriptibles e inalienables. Quedamos a la espera del fallo favorable del Poder Judicial ante las Acciones de Garantía interpuestas por la Defensoría del Pueblo y la Municipalidad Metropolitana de Lima contra el Decreto Supremo expedido por el Gobierno, a fin de sentar precedente que en el Perú, nadie ejerce derechos absolutos y se asuma las responsabilidades de ley a que hubiera lugar. Del Congreso, no esperamos nada, habrían abdicado al control político. ¿Motivos? Pronto se sabrán.

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