La Cancillería y su profesionalismo

El 2020 se inició muy diferente a lo que políticos, analistas, futurólogos y otros expertos habían previsto y anunciado. Una pandemia que se extendió a nivel mundial trajo consecuencias nefastas. Se puso a prueba la vigencia de las instituciones, así como la capacidad profesional de los peruanos para afrontar situaciones existenciales y apremiantes.

Por ello, en una temprana entrevista que me realizó este diario, comenté que el Ministerio de Relaciones Exteriores asumiría un rol protagónico en la difícil y competitiva tarea de adquirir las vacunas. Lo que cumplió de modo sobresaliente. Tenemos ya aseguradas un número mayor de vacunas que el de habitantes en el país.

En el curso de la pandemia de covid-19, el Servicio Diplomático del Perú mostró una gran capacidad profesional y notable voluntad de servicio y de entrega. En los momentos más álgidos de la pandemia, las misiones en el exterior, al igual que las oficinas en Lima y en las regiones del Perú, continuaron su trabajo pese a las dificultades. Funcionarios de nuestra Cancillería enfermaron, perdieron familiares y amigos, y hasta dieron la vida en esta crisis.

En el mismo marco de atención especial al tema de salud, así como de posibles catástrofes futuras, la Asociación de funcionarios diplomáticos tuvo a bien publicar el libro con el título Nuestra Constante Lucha. Los fondos recaudados de su venta serán destinados a los servidores del Ministerio de Relaciones Exteriores de menores ingresos que están siendo afectados por la crisis sanitaria.

Hubo importantes logros, basados en iniciativas personales e institucionales, como las negociaciones exitosas para que el Perú pudiera adquirir vacunas de varios países, para no hacernos dependientes de un solo proveedor. No hay que olvidar tampoco la atención de peruanos varados en el exterior y la organización de vuelos de repatriación, múltiples gestiones para que ciudadanos peruanos sean atendidos en centros de salud en el extranjero, así como las negociaciones en torno a la adquisición de insumos médicos y cooperación sanitaria.

La política exterior, que representa los intereses permanentes del Perú, no se improvisa. Por ello resulta especialmente saludable al país el nombramiento como Canciller de la República de una personalidad de nivel mundial. Jurista y Diplomático de amplia experiencia. En Europa, desde donde escribo estas líneas, la designación del embajador Óscar Maúrtua – quien ya ejerció el cargo anteriormente- ha sido recibida con especial complacencia.

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