ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

La capitulación de Alva

Imagen
Fecha Publicación: 17/02/2022 - 23:00
Escucha esta nota

Ratificando unas credenciales de política empírica, por tanto cándida, la presidenta del Congreso Maricarmen Alva confió en un impostado “ímpetu democrático” teatralizado por la bancada oficialista Perú Libre, en dupla con el premier Torres. Se rindió frente a ambos a cambio de una sola oferta. Como fue la “promesa” de la bancada legislativa oficialista de “retirar la acusación constitucional” contra ella. ¿La novel Alva ignoraba que hubiera sido un honor recibir la denuncia constitucional de una gavilla de arteros, decididos a destripar la democracia? O, ¿más pudo la tontería que la sagacidad? Peor aún, ¿olvidó el valor que, ante los desafíos, necesita demostrar el político –una política en su caso- cuando de defender a su patria se trata? Incluso Alva tuvo la humillante actitud de rogarle a una de sus pares, en este caso a la legisladora y también ministra Betssy Betzabel Chávez Chino, que “retire la denuncia (en su contra)”. “Yo creo que sería un gran gesto para conseguir el voto de confianza de nuestra parte”. Qué lastimosamente rebajada valora su dignidad quien ahora preside el primer poder del Estado, y en quien los demócratas peruanos mantienen fijadas sus expectativas para evitar que en muy escasos meses seamos el espejo de Venezuela. Esto ha ocurrido apenas durante el escarceo previo a la batalla definitiva por la vacancia o la Acusación Constitucional, para evitar que el Perú siga siendo desgobernado por un sujeto no sólo moral, sino cognitivamente impedido de gestionar el Estado responsable de la vida y hacienda de 32 millones de peruanos. ¡Imaginemos entonces la conducta de Alva ante la brutal presión que aplicará el oficialismo, cuando las papas quemen al momento de tramitar cualquier iniciativa para, finalmente, remover del cargo a Castillo!

No sólo fue lamentable, sino sobre todo vergonzoso el espectáculo de una presidenta del poder Legislativo rendida ante la engañifa del comunismo/senderismo que encarna gente como Waldemar Cerrón. Escuchar a la cabeza de nuestro Parlamento decir “Si estamos todas las fuerzas políticas, incluido el congresista Waldemar Cerrón de Perú Libre es porque queremos trabajar.” ¿Trabajar para quién? ¿Trabajar para qué, señora Alva? ¿Usted cree que podrá “trabajar” con el comunismo/senderismo para que el país crezca socioeconómicamente sabiendo que esa gente ni quiere ni puede hacerlo pues no le importa, no tiene la menor idea de cómo administrarlo, ni le interesa gestionarlo? ¿Estima que con ese obsecuente talante podría afirmarnos que este Congreso seguirá operando dentro de un sistema democrático y un Estado de Derecho, cuando aquella gente avinagrada lo único que procura es imponernos una nueva Constitución, similar a la cubana o venezolana, para establecer un poder autocrático por tiempo indefinido, como arengó ese otro violentista apellidado Bermejo? ¿Usted de verdad cree, señora Alva, que será factible aquello que candorosamente prometiese ayer, frente a quienes están dispuestos a desembarcarla del cargo a la primera de bastos?

Finalmente, señora Alva, no siga permitiendo que le enrostren en sus narices aquello de la “oposición de ultraderecha”, cuando quien se lo dice es gente de la ultraizquierda terrorista y probadamente genocida.

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookTwitter Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.