¡La causal de vacancia está expedita!

¡Señores congresistas, la alternativa es vacancia o vacancia! La suerte está echada. El presidente Castillo la selló hace dos días vía Tweet, único sistema de comunicación que puede emplear sin caer en galimatías y/o contradicciones, víctima de su cada vez más ostensible falta de capacidades, siendo maestro de segundo grado de primaria.

Tuiteó: “Coincidimos en que la cuestión de confianza y censura forman parte del equilibrio de de poderes.” Más claro, “cada vez que algún ministro de mi gobierno se presente a responder un pliego interpelatorio –así la víspera éste haya asesinado a un ciudadano, pero no tenga sentencia firme todavía–, el Congreso sólo podrá censurarlo si la mayoría está dispuesta a que palacio haga cuestión de confianza y, a la segunda, cierre el primer poder del Estado”.

Ahora vamos con la señora Ana Alva. ¿Continuará usted confiando en la palabra de un mentiroso contumaz, que ha llegado al extremo de engañarla, siendo usted presidenta de un poder del Estado? Ocurrió el miércoles al filo de la medianoche tras, de forma grosera, obligarla a que junto a varios legisladores más espere usted una hora parada afuera de palacio, señora Alva, antes que la reciba Castillo. Y tras conversar brevísimamente con él, usted dio una versión radicalmente distinta a aquella que, al día siguiente, escribiese el aún inquilino de la casa de Pizarro vía Tweeter.

Nuestra dirigencia política centrista pasa por una etapa fatal. Retrocedamos. En 1980 la democracia sucedió al socialismo velasquista. En década y media tuvimos enormes desarrollos socioeconómicos. La miseria bajó 48%; subieron 1,200% las exportaciones: cayó al mínimo la devaluación/inflación, etc. Belaunde devolvió la libertad de Prensa y las expectativas a un país roto por los túpacs. García quemó los muebles que salvaría Fujimori. A éste lo derrocaría Toledo aplicando la muletilla “corrupción fujimorista”.

¡Aunque Toledo fue más corrupto que Fujimori! La diferencia es que se entregó a los caviares y al políticocorrectismo. Dupla que, por influencia de la CVR, dinamitó al Apra y el fujimorismo en venganza porque derrotaron a sendero luminoso. A propósito, la megacorrupción comenzó con Toledo; floreció con Humala y la metastizaron PPK con Vizcarra. Al final, Acción Popular y Apra –ambos con dos experiencias gubernativas– y además el fujimorismo, acabaron chamuscados por los caviares. Actualmente Acción Popular es la sombra del partido que fue dos veces gobierno. Su ausencia de bases ideológicas y el empirismo de su magra dirigencia enervan toda chance para defender principios y cautelar los intereses nacionales.

¡Señores de Acción Popular, reivindíquense salvando al país! Castillo está moralmente descalificado para seguir como presidente! El miércoles a medianoche engañó a su correligionaria Alva, presidenta del Legislativo, diciéndole “la cuestión de confianza no estuvo en la agenda del consejo de ministro de hoy”. ¡Pero horas después tuiteó lo opuesto! Con ello Castillo les ha entregado a ustedes la soga para que la instalen en el cadalso que le aguarda. ¡La causal de vacancia está ahí! ¡Úsenla! ¡Los populistas y demás agrupaciones democráticas deben impedir que el Perú caiga en el comunismo!

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