¡La chatarra es el cáncer caviar!

La mugre caviar ha salido en jauría a atacar al alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, por conseguir la importante donación de 90 coches de pasajeros —de dos pisos y aire acondicionado— y 19 locomotoras diésel-eléctricas de la ferroviaria Caltrain, de California (Estados Unidos), para el proyecto del tren Lima-Chosica.
Desde sus sendos canales de YouTube y diarios adictos a la publicidad estatal, los zurdos de cafetín calificaron de “chatarra” a estos equipos, pues, según escupieron de forma falsa y miserable, tienen 40 años de antigüedad.
Pero omiten, con tremenda ostra, que dichos trenes —¡que pueden durar hasta 100 años con su respectivo mantenimiento!— funcionan en la actualidad en Silicon Valley y que allá han optado por cambiarlos por unos completamente eléctricos porque les sobra la plata. Así de simple. Incluso, los republicanos han puesto el grito en el cielo ante tal donación de la Administración de Joe Biden al país, en contexto del APEC 2024, dado que los trenes están totalmente operativos.
La misma Embajada de EE. UU. en el Perú, en línea con lo señalado previamente por Juan de Dios Olaechea, presidente de Ferrocarril Central Andino, ha indicado que la donación está valorada en unos 800 millones de dólares, de tal manera que la inversión de más de 24 millones de dólares que hará la Municipalidad de Lima para tener los trenes en suelo peruano es una ganga.
Estos trenes, a pesar de la chilla caviar, trasladarán a unas 200 mil personas al día, lo que reducirá, por tanto, el tráfico en la Carretera Central, que se halla atiborrada de los peligrosos “chosicanos”, a los que ahora aman los principales enemigos del país.
A los parásitos progresistas no les interesa el bienestar del ciudadano de a pie, que debe movilizarse todos los días de extremo a extremo de la capital para llevar algo de comer a su mesa. Y estas garrapatas son reacias al desarrollo no por ignorancia, sino porque les conviene que los limeños sigan en el subdesarrollo, puesto que, si los ciudadanos mejoran su calidad de vida, dejan de creer en las estupideces que estos vomitan.
Sin embargo, las mentiras de los caviares han quedado evidenciadas y el tren Lima-Chosica será una realidad, gracias a la donación estadounidense de unos equipos que, en un futuro no muy lejano, podrían generar energía ya no a través de diésel, sino de baterías de litio.
Queda claro, entonces, que la única chatarra acá es este cáncer caviar que se encuentra enquistado en forma de tumor en todas las entidades de la nación. ¿Hasta cuándo tendremos que aguantar esta enfermedad?

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