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La confianza se gana con hechos

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Fecha Publicación: 08/10/2023 - 21:50
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Nuevamente se evidenció el temor de inversionistas tanto nacionales como extranjeros de invertir en el Perú capitales en minería, agricultura, pesca, etc. y establecer centros de producción (fábricas) para darles valor agregado y elaborar productos para los mercados nacionales, y mejor si son extranjeros. Real y efectivamente los empresarios no tienen confianza en que se respetarán sus inversiones dentro de una racional normatividad legal. Los discursos de políticos electos y las reales acciones de los Poderes Legislativo y Ejecutivo no garantizan que se les respetará sus inversiones. Más aún, los problemas políticos y la inseguridad ciudadana generan inestabilidad económica en el país.
La confianza que efectivamente garanticen las inversiones no se obtienen con discursos y pregones políticos sino con hechos reales. Recientemente algunas autoridades hasta en importantes eventos internacionales hacen declaraciones para atraer a inversionistas extranjeros, sin embargo, no evidencian objetivamente que en el país hay estabilidad económica, social y política; más aún, constantemente hay movilizaciones que “reclaman” que no se admita la ejecución de nuevas extracciones mineras. Obviamente todo ello espanta a los inversionistas.

Debe entenderse que, con nuevas inversiones en minería, pesca, agricultura, etc., que requieran no solamente la extracción sino darles valor agregado, determinará que se requiera nuevos centros de producción que se necesitaran mucha mano de obra nacional. Generarán trabajo dependiente y subordinado debidamente remunerado. Habrá más puestos de trabajo en la extracción de nuestras riquezas naturales y en los centros fabriles con lo que, en la medida que crezcan las inversiones, habrá seguidamente otros inversionistas que provean de producción adicional y en cada lugar se establecerán centros comerciales, transportes, de salud, hasta de recreo y aparecerán mejoras urbanas. Lo más importante es que cada vez se combatirá más eficientemente la informalidad y la pobreza. Consecuentemente, se fortalecerá la economía nacional y mejorarán los servicios públicos.

Por ende, con actos y hechos concretos, real y efectivamente se garantizará a los empresarios nacionales y extranjeros que inviertan capitales importantes en el Perú. Debe concretarse sin demagogia y con honestidad la apertura a inversiones nacionales y extranjeras. Hacerlo no es “alejarse” de las concepciones ideológicas, doctrinarias o políticas. Hay experiencias mundiales de gobernantes que sin renunciar a sus principios ideológicos abrieron las fronteras de sus países a inversionistas extranjeros: el resultado es que han generado su crecimiento económico, bienestar ciudadano y van camino a convertirse en la primera economía mundial.

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