ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

La crisis energética mundial

Imagen
Sobre iniciativa de granos del mar Negro.
Fecha Publicación: 26/07/2022 - 22:10
Escucha esta nota

IgorLa crisis energética mundial no comenzó ahora, sino en 2021. A principios del año pasado, los futuros de gas cotizaban alrededor de $265 por mil metros cúbicos, y en octubre superaron un récord de $1,900. Muchos expertos atribuyen la subida de los precios del gas a la rápida recuperación de la economía tras el confinamiento de la pandemia, al frío anormal en invierno y al calor en verano en el hemisferio norte, lo que condujo a un mayor consumo de electricidad. Pero lo que más daño hizo fue la idea de la transición a la energía verde forzada artificialmente por los países occidentales. Como es conocido, se basa en fuentes de energía bastante inestables, lo que demostró el invierno pasado. El mundo aún no está preparado para abandonar por completo las fuentes de energía tradicionales. Los intentos de hacerlo ya han provocado una drástica falta de financiación en la industria petrolera y una reducción en suministros de sus principales proveedores.

En lugar de mitigar las consecuencias de sus acciones miopes, los países occidentales bajo el pretexto artificial de “agresión” rusa en Ucrania exacerban la situación imponiendo sanciones (hasta un embargo total) contra el sector energético ruso, que ocupa posiciones clave en el mercado energético mundial: primer lugar en exportaciones de gas natural (16%), segundo lugar en exportación de petróleo (11%) y tercer lugar en exportación de carbón (12%). El aporte de Rusia en el mercado europeo es 45% de gas y 25% de petróleo. Anticipando un déficit, el precio del petróleo Brent alcanzó los 130 dólares por barril a mediados de junio.

Al mismo tiempo, es poco probable que sea posible aumentar rápidamente la producción de otros exportadores para reemplazar los suministros rusos. En abril de 2020, debido a una caída récord en los precios del petróleo, los miembros de la OPEP+ acordaron reducir la producción de petróleo hasta 9.7 millones de barriles por día, y posteriormente extendieron este acuerdo hasta finales de 2022.

Ahora, los volúmenes físicos de producción de los países miembros no cumplen con el plan, faltando más de 2.5 millones de barriles por día. En el corto plazo, los países de la OPEP+ no podrán ponerse al día con los indicadores previos a la pandemia, y mucho menos reemplazar el aporte de Rusia. Por ejemplo, Arabia Saudita anunció su disposición a aumentar la producción solo para 2027, y los Emiratos Árabes Unidos recalcaron la falta de las capacidades de producción necesaria para esto. El resultado es una nueva subida de los precios de la energía, que finalmente afecta la gente de a pie y que, en consecuencia, supone un mayor agravamiento de la crisis alimentaria, empeorando el nivel de vida y empobreciendo a la población.

Ya nos hemos acostumbrado a que Occidente está tratando de culpar a Rusia de todos sus errores, incluidos los problemas energéticos, declarando que la parte rusa está utilizando gas o petróleo como arma de presión política. Mientras tanto, uno no tiene que ser un experto para comprender que esto es solo el otro lado de la política de los países desarrollados, que recuerda un dicho ruso: “para fastidiar a mi madre, me haré daño”. Lo peor de todo es que los europeos que hacían mucho ruido sobre el medio ambiente ahora están volviendo a la generación de carbón y preparándose para un invierno frío. Sin embargo, serán los terceros países que más sufrirán por sus acciones.

Rusia cumplirá todas sus obligaciones y sigue siendo capaz de garantizar la plena seguridad energética de Europa. Al mismo tiempo, en caso de pérdida del mercado europeo, no vemos dificultad en redirigir nuestras exportaciones a otros países.

Embajador de la Federación de Rusia

Mira más contenidos siguiéndonos en FacebookTwitter Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.