La cuestión criminal y el expansionismo penal
Entre la ciencia criminológica y la ciencia penal hay marcadas diferencias sustantivas. Todas ellas se centran en la mirada con la que enfocan la cuestión criminal, que comprende el crimen, el criminal, la víctima y el control social. El crimen es un conflicto interpersonal violento, que se agrava al no encontrar solución en su devenir. Su naturaleza conflictual y ofensiva, propia de la condición humana que hace que los comportamientos sean guiados por intereses para satisfacer necesidades y aspiraciones de la más diversa índole, advierte que el crimen es inextinguible, pero también dice de su posible prevención, control y reducción a niveles tolerables para la convivencia armoniosa.
El sistema penal está diseñado para castigar y dada la intensidad de su poder debe ser aplicado como última ratio, sin embargo actualmente la única e inmediata respuesta que tiene el Estado frente a la criminalidad es la punitiva. Se castiga violenta y cruelmente, más que por el daño infligido a la víctima por haber quebrantado una norma estatal, en un ejercicio del ius puniendi selectivo, represivo y configurador, que no resocializa, disuade ni contra motiva al infractor, no previene la comisión de crímenes, no ayuda a que se repare a la víctima, ni soluciona el conflicto subyacente, sino lo agrava y sedimenta en la sociedad. No lo hace porque, como enseña la criminología contemporánea, la causa del crimen no reside en el trasgresor. Recuérdese que ciudadanos conflictivos no hacen una sociedad conflictiva, es una sociedad estructurada desigualmente la que forma ciudadanos conflictivos. En nuestro país, la conflictividad es estructural, institucional, comportamental y discursiva. Ello genera violencia porque al no considerarnos iguales se reemplaza el diálogo por la fuerza e intimidación, lo que genera criminalidad, la que al incrementarse origina inseguridad, cuya solución es uno de los fines esenciales del Estado.
Para superar la situación actual de la cuestión criminal, es menester comprenderla a través de la criminología, que permite determinar las causas de la criminalidad para poder diseñar una eficaz política criminológica. El país necesita de la criminología contemporánea para construir una política criminológica que permita al Estado y la sociedad hacer frente al crimen de manera racional y eficaz. Pero la carencia de acciones políticas serias y consistentes es una deuda insoluta del Estado con la sociedad peruana. Mientras tanto, la inflación penal continúa en crisis permanente porque ha perdido capacidad y seguridad de respuesta frente a la criminalidad. Castigar sin conocer las verdaderas causas del crimen es dar palos de ciego; ocultarlas a la población, es ejercer la potestad de castigar de manera arbitraria e irrazonable, lesiva a la dignidad humana.
Dr. Gino Ríos Patio / Presidente del Centro de Estudios en Criminología. Facultad de Derecho-Universidad de San Martín de Porres.