La culpa es y será de Castillo
Una vez más el presidente del Perú Pedro Castillo se pone de espaldas a la calle, a la protesta ciudadana que fue la que censuró en la práctica al Gabinete Valer, la que le hizo ya gastar su primera “bala de plata”, harta de nombramientos de personas sindicadas por violencia contra la mujer y el entorno familiar, de gente asociada a actos de corrupción o sin ningún conocimiento del manejo de la cosa pública, entre otros cuestionamientos. El mandatario ha privilegiado su permanencia en el cargo sobre el clamor popular que le exige en todos los idiomas “Transparencia”, “Idoneidad”, “Respeto a las Reformas de Estado” e “Igualdad de Género”, en su gestión. Pedro Castillo, el profesor rural que supo vender bien esta condición en las elecciones presidenciales, ya gustó del poder político y todo indica está dispuesto a defender su ejercicio cueste lo que cueste, aún a riesgo de la salud pública, porque resulta inadmisible que en plena crisis sanitaria del Covid-19, haya removido al titular del Ministerio de Salud, Dr. Hernando Cevallos, un hombre de izquierda que dio muestras de eficiencia en el Ejecutivo, para ser reemplazado por el médico Hernán Condori, de quien se dice es la cuota de poder de Vladimir Cerrón, fundador del partido Perú Libre, a fin de asegurarse lo votos en contra en el Congreso, ante una eventual vacancia.
Lo temerario de esta decisión, es que la persona puesta al frente del MINSA ha sido cuestionada desde el saque por tirios y troyanos, incluida la comunidad médica que como en el caso del Colegio Médico del Perú, exige además su renuncia por “promocionar productos sin ninguna base científica y ofrecer servicios médicos no teniendo la especialidad”, además de ser investigado por presuntos delitos por el Ministerio Público. Por lo cual, evidentemente no es la persona idónea para liderar la cartera de la salud pública, cuya presencia en el actual Gabinete Torres además de otros personajes discutibles, hace peligrar el voto de Investidura.
Y que nadie nos engañe, aquí el único responsable de esta ingobernabilidad es el propio Pedro Castillo, la que es notoria no solo para los peruanos sino para la prensa internacional, caso el diario “El País” de España, el “Financial Times” de origen británico y la cadena internacional de noticias CNN. El jefe del Estado es quien nombra a los ministros y su reiterada excusa de no estar preparado para el cargo ya no surte efecto en la opinión pública, como tampoco el que se diga que está mal asesorado por personajes en la sombra, como algunos exministros han señalado a su salida del cargo, porque finalmente un asesor podrá decir “misa”, pero queda ya del alto dignatario “tomar una decisión y asumir las consecuencias de ésta”. La responsabilidad es y será de Castillo, de quien la historia dirá además, presidió un “Gobierno Antimujeres”.
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