La cumbre de la OTAN y los factores China y Ucrania
El reciente cónclave de los 32 jefes de Estado o de gobierno o simplemente líderes de los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte – OTAN, en la ciudad de Washington, ha concluido, una posición muy clara contra China y tiene lógica que así sea.
La OTAN, creada en 1949, luego de la Segunda Guerra Mundial y en pleno proceso de afirmación de la Guerra Fría, a estas alturas del sistema internacional, ha centrado todas sus baterías en los objetivos que Estados Unidos de América tiene principalmente respecto del país del planeta que le pisa los talones y eso hay que decirlo.
Ya cuenta con dos nuevos miembros –Finlandia y Suecia– que coadyuvarán en sus propósitos constitutivos, que en realidad es lo que busca Washington. Está claro el rol que cumple Estados Unidos pero lo que no está es el que visibiliza su presidente, Joe Biden, que sigue llamando la atención por los efectos de la longevidad.
La OTAN, es verdad que está cohesionada porque ahora son más, pero esa es una conclusión, aunque cierta, no precisamente efectiva o eficaz para sus planes si consideramos que gran parte de su actuación la decide Estados Unidos.
Algunos creyeron que el ingreso de Ucrania en el seno de la OTAN estaba prácticamente decantado y hasta que se iba a concretar en su reciente cumbre que ha acabado en la capital estadounidense.
Hubiera sido una muy mala señal para la paz mundial porque ya sabemos el temperamento reactivo de Vladimir Putin que no ve otro escenario que persistir en su anexión de Crimea y conseguir la del Donbas, la región ucraniana más próxima a la frontera con Rusia.
En cuanto a las intenciones de Ucrania por ingresar en la OTAN en el marco de las reuniones en Washington estaba cantado de que mientras persista la guerra con Rusia, eso no va a pasar y a cambio han decidido armarla lo más posible.
Será bueno recordar que la regla de oro de la Alianza es que cualquier miembro que sea objeto de una agresión exógena, los demás responderán como los mosqueteros y eso no sucederá con Ucrania mientras no sea parte de la OTAN. Con lo anterior, las intenciones para que se concrete el ingreso de Kiev son reales y dependerá de las futuras circunstancias, hallándose por ahora en el canasto de la paciente espera.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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