La derecha desunida siempre será vencida
Tipejos de la política sucia como César Acuña; los actuales dirigentes acciopopulistas; Hernando de Soto; y algunos más que, teóricamente, representan el pensamiento del centro político peruano actúan, hasta este momento, como traidores a su electorado. Y más aún. Se desempeñan como cabilderos tercermundistas, decididos a proteger sus propios intereses económicos, personales o lo que fuere. En ello estriba el motivo del actual desastre peruano. Porque por salvarse han pisado el palito de la falsa figura del malo y el bueno al que juegan Castillo, Cerrón, Bellido, Bermejo y otros comunistas que trabajan para convertir al Perú en otra Cuba o Venezuela. Estos tipejos optaron por echar por tierra toda su anterior prédica (democrática, peruanista, defensora de los derechos públicos, las libertades irrestrictas y demás principios relativos a proteger al ser humano), a cambio de seguir lucrando bajo el paraguas del poder que usufructúan desde una curul parlamentaria. Porque tontos no son. ¡Tal vez bellacos sí! De manera que a otro perro con la premisa idiota de la “gobernabilidad”, como mérito para seguir haciéndole perder tiempo a nuestra frágil democracia. Una democracia que debería utilizar ese plazo para defender los principios y obligaciones previstos en el Estado de Derecho que consagra la Constitución, y consecuentemente sostener el sistema de gobierno occidental que profesamos. Tiempo perdido que usa el marxismo para, tras esta tragicomedia montada por ellos, exhibir a la gestión de Pedro Castillo como una que no tiene idea de cómo gobernar; lo que es claramente cierto. Sin embargo, de otro lado el gobierno de Castillo esconde como contrapartida su amplísimo dominio de la táctica distractiva marxista. Vale decir, la organización detrás de Castillo está formada por profesionales en dinamitar las estructuras capitalistas hasta dejarlas en caída libre, poniendo de lado la necesidad de gobernar el Estado con una Salud Púbica en plena pandemia, una Economía en cuidados intensivos, la Educación Pública paralizada y la Seguridad Ciudadana al rojo vivo. Roto el régimen occidental, el comunismo culpará a la derecha cavernaria de todos sus males. Y con este pretexto, obtendrá el respaldo necesario del pueblo para conformar la constituyente que modificará las estructuras hacia el modelo totalitario. En otras palabras, mientras estos tipejos seudo demócratas que hemos mencionado se la pasan “dándole el tiempo necesario para que aprenda” al régimen polpotiano de Castillo, el comunismo-pensamientogonzalo-castrochavismo avanza a toda máquina en su tarea demoledora de las estructuras democráticas y libertarias de aquello que fue el Estado peruano. Hasta que otro comunista, apellidado Salas Arenas, abusó del cargo en el JNE, validándole una elección a Castillo plagada de sospechas de dolo nunca despejadas.
¡La derecha dividida siempre será vencida; al igual que la izquierda unida jamás será vencida! Este simple razonamiento resume el drama aristotélico que está soportando el Perú, justamente por culpa de quienes tienen la responsabilidad de comportarse en estos momentos como guardia pretoriana de la democracia y del Estado de Derecho. No como garantes de un régimen maoísta escondidos bajo el disfraz de demócratas artificiales, para que les aplauda la poblada.
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