La deuda eterna: Vizcarra la eleva en S/ 105,000 millones
Según el Marco Macroeconómico Multianual (MMM), presentado recientemente por la ministra de Economía María Antonieta Alva, la deuda pública se habrá incrementado en 13% del PBI (S/105,000 millones) durante los primeros cuatro años de gobierno (2016-2020) de Martín Vizcarra y PPK.
La deuda pasó de representar el 22% del PBI (S/ 140,000 millones) en el inicio, y se situará por encima del 35% del PBI (S/ 245,000 millones) a fines del 2020.
De este gigantesco incremento de S/ 105,000 millones -que se ha materializado mediante la continua emisión de bonos- solo un poco más de un tercio (S/ 38,000 millones) servirá para cubrir los gastos originados por la pandemia del Covid-19.
Los restantes S/ 67,000 millones de deuda prepandemia, en su gran mayoría, financiaron gasto corriente (sueldos, bonificaciones, viáticos, viajes, consultorías, publicidad estatal) y apenas una mínima parte (20%) proyectos de inversión pública.
La modalidad de este gigantesco endeudamiento, que fue perpetrado por los distintos ministros de Economía, fueron las Operaciones de Administración de Deuda (OAD), que en teoría servirían para “solarizar” la deuda: canjeando la deuda en dólares (bonos globales) por deuda en soles (bonos soberanos), sin aumentarla, y, sin embargo, la deuda se disparó.
En el MEF aducen que pese a haber quebrado la regla fiscal del tope de 30% para la deuda pública del MMM, el Perú es uno de los países menos endeudados. Sin embargo, las fortalezas que permitieron que las clasificadoras internacionales de riesgo otorguen grado de inversión (BBB) a los bonos del Perú (2/4/2008) no sólo se basaron en la disciplina fiscal y en que las Reservas Internacionales Netas (RIN) se hayan multiplicado, sino en una decidida política de disminución de la deuda pública.
Recordemos que después de vivir en los 80 la Crisis Latinoamericana de la Deuda Externa, a fines de los 90 la deuda pública se situaba en 50% del PBI. Esa proporción fue disminuyendo a lo largo del siglo XXI, a tal punto que en el segundo gobierno de Alan García (2006-2011) bajó de 36% del PBI a 21% del PBI. Y para inicios del 2014 el ratio de deuda pública sobre el PBI se ubicó en el 18%.
Significa entonces que el presidente Vizcarra ha retrocedido una década y media en cuanto al nivel de deuda pública, y esto es, sin considerar aún el costo total que implicará hacer frente a la pandemia.
La otra cara de la moneda son los ingresos del Estado. Según el MMM, el déficit fiscal del 2020 rozará el 11% del PBI, es decir, más de cinco veces mayor que el del 2019 (1.9%), y aún no vislumbramos con claridad lo que sucederá en los próximos años.
Como sabemos, el FMI ha calculado la caída del PBI peruano en alrededor de casi -14%, en el 2020, escenario muy difícil para la soñada reactivación que, sin duda, exige una inyección cuantiosa de inversión púbica. Lo que implica, parafraseando a Vallejo, que la deuda ¡ay¡ seguirá creciendo.