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La dignidad humana: más allá de la vida

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Fecha Publicación: 10/11/2023 - 21:30
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En el vasto escenario jurídico la dignidad humana asume un papel principal desempeñando una función crucial en el desarrollo legal. Entender las complejidades que rodean a la dignidad humana en este contexto es un desafío, y para ello debemos sumergirnos en la historia de la sociedad.

Los orígenes del reconocimiento de la dignidad humana se encuentran en documentos históricos y tratados que han dejado una marca indeleble en la evolución del derecho. Sin embargo, es en la Declaración Universal de Derechos Humanos (ONU, 1948) la que, en su preámbulo, establece que el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos igualitarios e inalienables de todos los miembros de la familia humana constituye el fundamento de la libertad, la justicia y la paz en el mundo.

Al brindar un concepto aceptable y legalmente amigable, podemos definir la dignidad humana como un valor innato e inviolable que merece protección y reconocimiento. Implica que cada ser humano, simplemente por existir, tiene un valor inherente que debe ser respetado, al margen de su posición social, económica u otras características.
Es crucial destacar que la dignidad humana es más que un principio abstracto; es un derecho fundamental que impone obligaciones y responsabilidades tanto a los Estados como a quienes aplican la ley. Ninguna norma, acción gubernamental o práctica social debe menoscabar la dignidad de una persona, incluyendo la integridad física y mental, la igualdad, la privacidad y las libertades individuales.

Desde 1948, se han sentado las bases para la inclusión de la dignidad humana en las constituciones y sistemas legales de todo el mundo. En el caso específico de Perú, la Constitución de 1993, en su primer artículo, establece claramente el respeto a la dignidad humana como el fin supremo de la sociedad y del Estado.

La premisa central de los derechos fundamentales es que cada individuo posee una dignidad intrínseca que debe ser respetada y protegida, sin importar su origen, raza, género, orientación sexual, estatus social, religión u otras diferencias inherentes a la naturaleza humana.

Sin embargo, es necesario reconocer que el atrevido concepto que proporcionamos puede cambiar en el futuro cercano. Este cambio se debe al tratamiento legal en gestación respecto a los avances tecnológicos y médicos, que abordan aspectos como la manipulación genética y la autonomía del paciente.

Es imperativo reflexionar sobre el hecho de que el respeto a la dignidad humana se ve socavado cuando se apelan a derechos sin tener en cuenta los deberes correspondientes. Todo está interconectado, y recordemos que, según el ensayo titulado “El Estado griego” (Nietzsche, 1871), la dignidad es la capacidad de enfrentar la realidad con serenidad. En este acto sin fin de la obra jurídica, la dignidad humana sigue siendo la fuerza impulsora que guía nuestro desarrollo legal y social.

(*) Abogado, docente universitario, consultor legal

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